IGLESIA DE PISóN. Eterna centinela viendo la vida pasar, tu admirada belleza no nos cansa contemplar. Un saludo al venir, una despedida al marchar. Al remanso de tu
espadaña el día le vemos terminar, cuando el sol tras la
montaña se esconde al bajar.
Iglesia de Pisón.
Piedras esculpidas con paciencia e ilusión de antepasados. Cincel y martillo, fé y esperanza, trabajo, dedicación y sudor. He aqui una herencia que pasa por los siglos, un desafio al viajero en la ruta del
románico. Con cierto desaire
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