IGLESIA DE PISóN. Eterna centinela viendo la vida pasar, tu admirada belleza no nos cansa contemplar. Un saludo al venir, una despedida al marchar. Al remanso de tu espadaña el día le vemos terminar, cuando el sol tras la montaña se esconde al bajar.
Iglesia de Pisón. Piedras esculpidas con paciencia e ilusión de antepasados. Cincel y martillo, fé y esperanza, trabajo, dedicación y sudor. He aqui una herencia que pasa por los siglos, un desafio al viajero en la ruta del románico. Con cierto desaire y descaro nos muestra sus encantos al lado de la carretera. Piedras de montaña, monumento donde se forjan las almas. Con cariño te doy un abrazo. Javier Ibáñez.
Iglesia de Pisón. Piedras esculpidas con paciencia e ilusión de antepasados. Cincel y martillo, fé y esperanza, trabajo, dedicación y sudor. He aqui una herencia que pasa por los siglos, un desafio al viajero en la ruta del románico. Con cierto desaire y descaro nos muestra sus encantos al lado de la carretera. Piedras de montaña, monumento donde se forjan las almas. Con cariño te doy un abrazo. Javier Ibáñez.