Esta panorámica abarca casi la mitad de la extensión del municipio cerrateño. Está tomada desde el
monte Sanbol -que no Sambol- porque es una contracción de dos vocablos latinos: sanctus (
santo) y Baudilius (Baudilio), que deviene en Boal y posteriormente en Bol, santo francés de los primeros siglos del cristianismo, venerado por estas tierras cerrateñas y seguramente con
capilla propia, señalizada en la actualidad por una gran
cruz visible desde varios sitios del municipio. Si seguimos la dirección que la
foto marca a nuestros ojos nos encontrariamos con el arroyo Madre y la subida al páramo de Valdelázaro y, posteriormente, a la bajada hacia Cevico la
Torre.
Este precioso
paisaje cerrateño ha servido de
portada para mi publicación POBLACION DE CERRADO. LA VILLA REPOBLADA, cuya presentación se ha relizado el pasado 15 de agosto, en la
Ermita del Arroyuelo, dentro de los actos de la semana cultural.