Como dicen los mayores, "para
nevadas, las de antes". Mi tío Dictinio, agustino, se fue al
pueblo en enero a casar a mi padre, Heradio o Eradio, y tuvo que quedarse 15 días más de lo previsto porque la
nevada no le dejó salir en ese tiempo.
Yo recuerdo una nevada que llegó hasta las
ventanas y no pudimos ir a la
escuela. La falta de
costumbre de los chicos de no salir de
casa obligó a los padres a abrir
camino, a punta de pala, de cada casa hasta la escuela. Se puede decir que nos echaron de casa.
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