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PORQUERA DE LOS INFANTES: Continúo el hilo de Pablo: Ya el mismo lunes y martes...

Hola a tod@s, ahora que se aproxima la Semana Santa, voy a contar, algo de, lo que yo recuerdo de la Semana Santa en Porquera de cuando era monaguillo. Recuerdo que en esos días, casi todo el mundo se confesaba, e incluso venía otro cura de fuera para ayudar al titular. Luego, el Viernes Santo y el Sábado Santo no se podían tocar las campanas y nos encargábamos nosotros, los monaguillos, de ir avisando por todo el pueblo con las matracas y las carracas, también llamadas "ranas" por ese sonido tan peculiar que emiten, tan parecido al croar de las ranas. Había carracas pequeñas, medianas y una enorme, que se necesitaban las dos manos para poder moverla, que según se comentaba la había hecho el Sr. Quirino (Padre de Mª José). Como decía, íbamos por todo el pueblo haciendo sonar las matracas y las carracas, al grito de, "A Misa, a Rosario, a Calvario". Creo que con nuestra generación de monaguillos (José Antonio, Alberto, Mari, Piki y Yo) desapareció esta costumbre. Saludos.

Continúo el hilo de Pablo: Ya el mismo lunes y martes Santo se preparaba la Iglesia: las hornacinas de los Alteres eran cubiertas con unos lienzoz morados oscuros y las imágenes de la Virgen del Carmen y Sta Barbara también se cubrían. Luego las mayordomas eran las encargadas de instalar el Monumento, consisitía en poner dos hileras de banquillos sobre las gradas del Altar cubiertos con sábanas, como ya estábamos de vacaciones las mayordomas permitian que les ayudásemos las niñas (Pepi, Gori, y yo) era un sentirse importantísimas cuando nos enviaban por agua para llenar los tarros de las flores o cuando nos mandban barrer el pórtico. El Viernes Santo era un día tristísimo, entre que no se podía tomar el bocadillo de media mañana y media tarde y que había que hacer visitas a la Iglesia cada cierto tiempo porque estaba expuesto el Santísimo... Ya ni os cuento el Culto del Sábado Santo con la bendición del agua la luz y el fuego... Era como si toda la religión que la Srta y D. Balbino nos habían enseñado se llenara de misterios y secretos que en nuestra imaginación infantil más nos llenaban de miedo que de devoción...
Me ha emocianado algo cuando has comentado la carraca que (no sabía) había hecho mi padre. Si es verdad que era un buen carpintero, le gustaba mucho trabajar con la madera y tanto es así que os voy a contar una anécdota: Cuando nacimos mi mellizo y yo solo había una cuna y por lo que cuentan a mi pobre hermano le había puesto la cara como un mapa, con lo que mi padre hizo una cuna nueva para mí, y es el caso que por esa cuna han pasado todos sus nietos cuando eran bebés y venían a Porquera, incluidas mis hijas.

Saludos para todos
Mª José
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Hola María José: Lo
Hola María José: Lo que contáis Pablo y tú me recuerda lo mismo que vivía yo en el pueblo, y soy mayor que vosotros. Añado que había un canto que se cantaba en el Vía Crucis que era impresionante por la música y la letra del estribillo y las estrofas. Lo camtaban con una voz de bajo projundo que hacía temblar el corro de la iglesia. Se llamaba "Perdón, oh Dios mío". Recuerdo la voz tan grave que tenía Toñín. También a veces se celebró el "Oficio de Tinieblas", que se hacía por la noche y también ... (ver texto completo)