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PORQUERA DE LOS INFANTES: Hola chicos: Ahí os dejo otra para que os distraigais...

Hola chicos: Ahí os dejo otra para que os distraigais un poco.

Tengo muchas posibilidades de acudir a la presentación que realizará Felipe de su libro en Aguilar el 4 de mayo a las doce. A ver si hay suerte y nos vemos. Así que hasta la vista y un abrazo.

17. El Palanganero andante

Aquélla mujer, de la que no estoy en disposición de dar su nombre, me la presentó mi madre en Aguilar un martes de mercado, como una de las mejores amistades que tenía. Si bien, su voz y sus modales pausados y dulces hacían un buen contraste con el nervio y el “rompe y rasga” que gastaba mi madre, y es por ello que siempre pensé que a veces la amistad mas que en afinidades se basa en contrastes. Se pasaban las horas muertas, cuando se encontraban en Aguilar: raja que te raja…; sino fuera, porque mi padre enseguida estaba con ¡Pepa: “dejay” algo para otro día, que se nos está haciendo tarde!.
Era grande la fe la admiración y el afecto que se profesaban.
Una de las veces que iba acompañando a mi madre, esta Señora me dijo casi al oído, lo agradecida que le estaba y que contaba con su permiso para que mi madre me refiriera el caso que paso a relatar.

Nunca ese suceso nos le había narrado, de modo que aquel mismo día durante la comida nos lo refirió con pelos y señales:

Era por los años cuarenta, las mozas que ya tenían en perspectiva el casamiento, se iban una temporada en régimen de internado a Aguilar para aprender corte y confección sobre todo y algunas cosas mas que las hiciera mejorar el rendimiento doméstico en aquellos tiempos tan difíciles que las tocó vivir.
Al mismo tiempo, he de decir, que en Aguilar se hacían sesiones de espiritismo: un grupo de gente adulta de todas las edades, sexos y profesiones se juntaban a una hora previamente concertada en un lugar determinado.
Nadie sabe, como llegó a conocimiento de nuestra moza el desarrollo de tales acontecimientos, que el día de su cumpleaños, para bien señalado, allá que se fue con los “espiritistas”. El asunto tenía lugar en una cuadra medio almacén en la que las ventanas estaban cubiertas por sacos, una luz roja pendía del techo bajo la cual se hallaba un palanganero de metal pero sin palangana. De esta manera el ambiente misterioso y algo siniestro, estaba servido.

Los allí presentes, de pie y en formación alrededor de aquel mueble oían las invocaciones del médium que se situaba muy cerca de aquél.
Cuando el susodicho dio a conocer que estaba presente una chica que cumplía los años le preguntó si fuera posible dar a entender los años que cumplía. El palanganero solito empezó: clinc, clanc, clinc, clanc…hasta que se colocó frente a la muchacha; a continuación se paró y enseguida comenzó otra vez: clinc, clanc, clinc, clanc hasta veinte veces por los años que contaba la muchacha.

Excusado es señalar en qué estado de nerviosismo y tensión llegó la moza a referir lo acontecido a sus amigas. Pero lo peor fue a los días siguientes, en los que, apenas comía, dormía intranquila y su cabeza no estaba para casi nada: donde tenía que pegar, cortaba y donde tenía que rematar, montaba un sobrehilado…

Al ver mi madre tanta confusión, se acordó que el cura de su pueblo algo debiera entender de estas cosas, dado que a él mismo le sucedió lo extraordinario que en una de nuestras anécdotas se narra. De modo y manera, que aprovechando unos días libres, se vinieron a casa y pidieron una entrevista con el cura. Después de la misma, la chica le indicó a mi madre, que, a recomendación del cura, debía guardar estricto silencio sobre dicho tema. Y fue
a partir de entonces, cuando las amigas comenzaron a notar la mejoría paulatina de la interfecta; volviendo a ser la que hacía un tiempo era.

Pasando el tiempo, y ya de recién casada, le invitó a mi madre y a sus amigas para que conocieran su casa; Cuando no había mucho trabajo en el campo aceptaron y se fueron a pasar una tarde con ella y su marido
Verdaderamente, tenía la casa primorosa, con aquellas manos y aquél ingenio que poseía, había dispuesto la decoración, el mobiliario, tapicerías… así como todos los enseres que lleva una casa, de forma hasta si se puede decir distinguida y elegante; y por ende muy acogedora, Con un hermoso jardín en el que cultivaba muchísimas clases de flores.
……………….

Eso si: En aquella casa no había cabida para un palanganero; el mueble que hacía la funcionalidad del mismo era un armario bajo en el que en la superficie superior, estaba recubierto con un cristal grueso, perforado en su centro donde había encastrado una palangana. En su interior guardaba las toallas y un pequeño botiquín. Ella misma, en la puerta había pintado un ramillete de rosas a esmalte que daban ganas de alcanzarlo con la mano…
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Hola Mª José: Como veo que has hecho alusión a la presentación del libro que voy a hacer en Aguilar el día 4 de mayo, quiero ratificar la noticia e ivitar a todos los amigos del foro para que puedan asistir a dicho acto. El título dellibro es "Aguilar, Barruelo y Reinosa en la Guerra Civil". Evidentemente, en dicho libro se habla de toda la zona de influencia de estos pueblos y trata de explicar lo que sucedió en toda esta zona desde el 18 de julio de 1936 hasta el 14 de agosto de 1937. Entre estas ... (ver texto completo)
Hola Mª José: Bonita e interesante historia, aunque yo creo que, seguramente, entre los asistentes había alguien que conocía el dato del cumpleaños y se lo "chivo" al médium, porque en estas cosas hay muchos montajes, sino que se lo digan a la médium Británica que protagonizaba el programa "Mas allá de la vida"

Por lo demás, sólo me queda desear suerte a Felipe en la presentación de su libro y a ver si sale un bonito día.

Saludos. Pablo.