A punto ya de llevarse a cabo en muy breves días la gran recolección de los
frutos mayores, por su extensión, de nuestros
campos, que fueron madurando sobre la tierra paso a paso durante una larga temporada, proporcionando al
paisaje unos cambios de tonalidad acordes con las diferentes etapas por las que pasaron en el devenir de las
estaciones, pronto adquirirá aquél, tras ese fenómeno de la recolección, una menor vistosidad exterior, la que le proporciona una especie de
color monocorde que parece
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