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REVILLA DE COLLAZOS: Dentro de un rectángulo imaginario, el caserío ordenadamente...

Dentro de un rectángulo imaginario, el caserío ordenadamente agrupado de Revilla de Collazos se deja dividir en paralelo por la carretera que sigue el curso del río Boedo.

En el centro del pueblo, la plaza del ayuntamiento se abre con amplitud en torno a un pequeño jardín con fuente. Cerca de allí, la iglesia conserva vestigios de un pasado románico que la convierten en uno de los lugares más visitados de la localidad.

Por otro lado están la vega y los montes, cuyo coto permite organizar al cabo del año varias cacerías de jabalíes, que han proliferado en esta zona, y que últimamente vienen ocasionando serios perjuicios en las plantaciones de maíz que los agricultores de Revilla poseen en los terrenos de regadío.

Al parecer, la sequía en el monte está obligando a los jabalíes a acercarse a los maizales, donde suelen causar considerables destrozos.

Los cultivos de cereal de secano, una explotación de ovino con unas 600 cabezas y una panadería completan el conjunto de las actividades económicas en Revilla de Collazos.

Por lo que se refiere al casco urbano, sus calles han terminado de ser pavimentadas en estos últimos años, en los que también se ha ampliado y renovado el alumbrado público.

Largo frontón

Entre los proyectos previstos por el ayuntamiento de aquí al final del mandato figuran la construcción de un depósito de agua y la terminación de las obras del frontón, que vienen alargándose desde el año 2000.

Asimismo, en breve se comenzará el acondicionamiento de uno de los edificios de propiedad municipal de cara a convertirlo en centro social, con un espacio dedicado a sala para ordenadores con conexión a internet.

Con todo ello, las necesidades del pueblo quedarían reducidas básicamente a dos, no menos importantes, como son el cambio de la red de abastecimiento de agua y el necesario arreglo del interior de la iglesia de San Andrés, cuya instalación eléctrica deja bastante que desear.

Muy cerca, el Boedo mantiene el tipo y el caudal a su paso por Revilla, aun en los años secos como éste. Eso proporciona verdor a un paraje que se convierte en uno de los atractivos de este municipio, donde tras el bullicio del verano un buen número de casas vuelven a cerrar sus puertas.

Las calles se quedan más solas en estos días, y se dedican a ver cómo los coches cruzan ese rectángulo imaginario.