Conocí Calahorra cuando durante el verano se llenaba de “turistas”, vecinos del pueblo, visitantes de la capital, de los pueblos más cercanos. Los domingos y en las fiestas del verano nos acercábamos por la carretera o por un camino que discurría paralelo a ella para pasar el día o simplemente para merendar y pasar la tarde: ...En matinal paseo me acerqué a ti/ al fondo la espadaña pétrea hiriendo el infinito / pues la ilusión siempre apunta al cielo azul. // En llegando confluye la vida de dos ... (ver texto completo)