En alguna ocasión mi esposa y yo hemos pasado nuestras vacaciones veraniegas en esta finca de Calahorra. Nos hospedábamos en una de las habitaciones de un gran edificio reconstruido que está junto a la tapia, los chopos y la espadaña que se aprecian en la foto. Solíamos madrugar y dábamos un paseo hasta una pequeña laguna no lejana, siguiendo el camino del Canal de Castilla. Durante el día nos desplazábamos para hacer turismo (Villoldo, Villarcázar de Sirga, Frómista, Támara, Santoyo, Santa Cruz de Ribas, Carrión de los Condes, Palencia...); también para degustar las comidas típicas de esa tierra... En nuestros paseos al atardecer, a veces nos acompañaban los mosquitos, pero bajo aquel cielo, frente a aquellos ocasos, envueltos en semejante paz, se podía aguantar a los bichitos. A los amantes del turismo rural les animo a visitar esta zona. No sé si habrá casa rural o alojamiento en el pueblo (Ribas de Campos) ya que Calahorra queda como a kilómetro y medio. En cualquier caso, merece la pena.
Un amigo de viajar y de conocer nuevos lugares.
Un amigo de viajar y de conocer nuevos lugares.