Boticario y
Amigo
Adolfo Aduar regenta la
farmacia de
Castrejón de la Peña,
una localidad con apenas 400 habitantes. Lo mismo dispensa
un medicamento que arregla un ordenador.
El cura, el maestro, el alcalde y el boticario. En muchos
pueblos estas instituciones lo siguen siendo, aunque su
subsistencia se toma cada día más complicada.
Muchos niños se trasladan a otras localidades porque la
escuela del
pueblo ya ha desaparecido, mientras que el pá-
rroco de una población grande recorre durante
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