Esta garra de oso fue colocada en la fachada del edificio solariego del Marqués de la Valdavia por el tercer marqués de esta casa nobiliaria como prueba, ante la incredulidad de los vecinos, de la caza del oso que durante años le había venido destrozando las colmenas que tenía en su finca de "El Caserío de Villaires" situada al norte de Saldaña.