¡Que a gusto se siente uno, cuando dialogas, (en nues
tro caso escriben) con personas que te comprenden, con culturas semejantes y hermosos recuerdos!.
Hablando de culturas, la gastronomía es una de ellas, ¿cuánto tiempo hace que no tomamos un buen cuenco de sopas de ajo, unos torreznos como los hacía la abuela por la mañana para desayunar?.
Un tío mío, misionero dominico y Palentino ¡cómo no!, en Caracas (Venezuela), pidió en un restaurante sopa de ajo.
El cocinero, chino por más señas, les... Pues sí, es bonito ver a nuestros hijos crecer, a la par de verlos madurar como personas, siendo auto-suficientes, en todas las facetas de su vida. Podemos sentirnos afortunados y orgullosos, pues en ese trayecto, tambien hemos tenido, mucho que ver. Inculcándoles esos valores, que a ti y a mi nos enseñaron.
Un abrazo, para ti y para todos. Charo. Castellon de la Plana. Gracias Eduardo.
Ya ves, nosotros haciendo cábalas, y no habia misterio. Al menos, no misterio como tal. Es publico y notorio, que en Salinas, podemos encontrar: Cariño, perdón, bondad, generosidad y belleza, sin límites. Esto puedo asegurarlo.
de la parte negativa de estas cualidades, tambien hay algo, pero en grado tan mínimo, que carece de atención.
Sí, quizas Salinas sea un poco "crisol", donde se purifican, todas esas virtudes, elevandolas en grado superlativo.
Un abrazo Eduardo. Y ¡como... Peter:
Gracias por desvelarnos el misterio del velo, creo que a Charo, la tenías muy intrigada como a todos.
Buceamos en el gran crisol de Salinas y vemos las personalidades de los que nos tratamos.
En un platillo de la balanza están el amor, cariño, perdón, bondad, generosidad y belleza; y en el otro el odio, rencor, maldad, egoismo y fealdad como tú mencionas.
Traspasamos el velo y comprobamos que en el primero están Charo, Santi, Peter, El Emigrao y otros y su peso humano es superior al otro... Amigo El Emigrao.
Me estás exponiendo el reflejo de nuestra vida pasada y actual.
Pero fíjate como nuestros padres comprendieron y se alegraron de nuestra evolución, como hacemos nosotros asumiendo y alegrándonos de la aún mayor de nuestros descendientes.
Importa mucho que en esa evolución haya una buena conjunción entre ambos.
Mira, en cierta ocasión, mi hijo, quería ir de acampada con algunos amigos; tenía una gran ilusión.
De repente, unos días antes, decidió no ir. Mi sorpresa fué grande...