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pantano desde quintanahernando, SALINAS DE PISUERGA

Como no puedo opinar,
De un pueblo que no conozco,
Permitirme que os diga,
Lo que aquí vieron mis ojos,
Montañas llenas de vida,
Llanuras llenas de verde,
Unas hermosas nevadas,
Agua para cuando falte,
Pero también mucho más,
Una gente muy agradable,...
Emigrao nos deja una poesía en la ermita de Quintanahernando, que es todo un poema. Dice: "Siendo soñar muy bonito, más bonito es recordad... Te situas en el sitio, que existio de verdad".
Y así es amigos, miro esta foto y sé perfectamente la parte del todo al que pertenece. (Me pasa con todas las fotos de estos pueblos, las situo de inmediato).
Un lugar ideal para meditar, relajarse y, aún pecando de prosaica, un maravilloso lugar para oir cantar a los grillos y escuchar el croar de las ranas...
No me extraña que Santi y la gente de Salinas les guste el lugar. Es idóneo para meditar, ¡Hay tantos así en la provincia de Palencia!.
Yo solía, en el pueblo de mi madre, (Congosto de Valdavia) irme a la orilla del río, y con un buen libro se oía el murmurar de las hojas de los chopos y llegaba a quedarme dormido, hsta que me despertaba rodeado de vacas.
¡Pobres, cómo se asustaban de verme correr!.
Ya me decían no corras que la Paloma ó Majita (que eran los nombres que les ponían mas habituales)...
¡Naturalmente Peter!.
Sé donde está, perfectamente, y me entusiasma.
Es como si "nuestro" Pisuerga, cansado de corretear, entrase aquí a descansar, a solazarse durante un corto periodo de tiempo, para emprender, nuevamente, la carrera vertiginosa, al encuentro del Duero.
Esto, me gusta pensarlo a mi. La realidad es otra, "no quiere" descansar, le "obligan", a entrar y permanecer, no muerto, pero sí callado, pendiente de la forma de escapar. Y lo consigue, ¡vaya que sí!.
No me sorprende, que sea...