Maravillosa y significativa imagen de "nuestro" Pisuerga que nos regala Contreras.
Viéndolo pasar casi remojando el casco urbano de Salinas, claro queda que este año en Palencia no vamos a pasar sed de agua, pues baja por allí el suficiente como para llenar dos embalses. Y eso que a pocos metros del medieval puente que lo cruza, su cauce se precipitará en la balsa del pantano de Aguilar de Campoo, el de más capacidad de la provincia de Palencia.
Como es festivo y seguro que no tienen mucho que hacer, les animo a que se den una vuelta por esta villa de Salinas de Pisuerga, así como por las tres pedanías que conforman su municipio. Tengan por seguro que van a recorrer algunos de los rincones y parajes más agradables de esta parte del norte palentino. Pegados a las orillas del embalse antes mentado, verán Renedo de Zalima y San Mamés de Zalima, dos pequeñas y encantadoras aldeas que casi son marineras, y no es una licencia poética, pues alguno conozco yo por allí que tiene barca y de vela.
Colgado en los montes anda Monasterio, otro acogedor rincón abrazado por las montañas, donde los prados ya se pintan de verde y las desconfiadas hayas y robles se están pensando seriamente en echar la hoja. Y entre medias, Salinas, un buen sitio para tomarse algo y hasta para comer, pues hay donde. ¿Y después? Un paseo hasta el parque del río y a esperar a que caiga la tarde, que no es mal sitio.
(Alerta del Norte de Castilla).
Viéndolo pasar casi remojando el casco urbano de Salinas, claro queda que este año en Palencia no vamos a pasar sed de agua, pues baja por allí el suficiente como para llenar dos embalses. Y eso que a pocos metros del medieval puente que lo cruza, su cauce se precipitará en la balsa del pantano de Aguilar de Campoo, el de más capacidad de la provincia de Palencia.
Como es festivo y seguro que no tienen mucho que hacer, les animo a que se den una vuelta por esta villa de Salinas de Pisuerga, así como por las tres pedanías que conforman su municipio. Tengan por seguro que van a recorrer algunos de los rincones y parajes más agradables de esta parte del norte palentino. Pegados a las orillas del embalse antes mentado, verán Renedo de Zalima y San Mamés de Zalima, dos pequeñas y encantadoras aldeas que casi son marineras, y no es una licencia poética, pues alguno conozco yo por allí que tiene barca y de vela.
Colgado en los montes anda Monasterio, otro acogedor rincón abrazado por las montañas, donde los prados ya se pintan de verde y las desconfiadas hayas y robles se están pensando seriamente en echar la hoja. Y entre medias, Salinas, un buen sitio para tomarse algo y hasta para comer, pues hay donde. ¿Y después? Un paseo hasta el parque del río y a esperar a que caiga la tarde, que no es mal sitio.
(Alerta del Norte de Castilla).