SALINAS DE PISUERGA: Siempre agradecemos, como tú haces Charo, la mención...

Siempre agradecemos, como tú haces Charo, la mención de los recuerdos que llevamos dentro, y que en circunstancias como éstas afloran por nuestra piel dirigido por nuesto cerebro que se resiste, afortunadamente, a olvidar.
Indudablemente el tren, de La Robla, si continúa circulando, habrá cambiado muchísimo a cuando tú te fuiste, Charo, yo al igual que tú, lo conocí con vagones de madera, y transportando carbón para los Altos Hornos de Bilbao, en la estación de Santibañez de la Peña, posteriormente lo he conocido como tren (ya metalizado y de color azul) en la estación de Montesclaros, pero ya hace algún tiempo que no voy por esa zona, y no sé si continuará en activo.
Si recuerdo, la última vez hace cinco años, que se estaban haciéndo obras pero no sé si en plan turístico ó intensificar su labor viajera, desde entonces lo ignoro.
Pero si era bonito y sentimental ver aquél tren de cuatro o cinco vagones desde la montaña, serpenteando entre barrancos, y discurrir junto al embalse del rio Ebro, adentrándose en la provincia de Burgos despues de dejar atrás Cantábria, Palencia y León, para dirigirse a Vizcaya punto de destino.
Ha sido un bonito punto de reencuentro en nuestra mente, ¿verdad Charo?.
Sabes, hay una religiosa, para mí entrañable, que acaba de cumplir cien años, y mantiene su mente fresca, según comenta, relatando sus recuerdos, que no son pocos, y haciéndola trabajar de distintas formas, incluso jugando a las cartas con sus conocidos.
De verdad, es un carácter envidiable.
Fíjate lo bueno que es recordar para el ser humano.
Un abrazo cordial para todos/as.
Eduardo.