Buenas tardes SALINAS y a todos/as: Leo esta alerta que me llega por internet y no puedo por menos que dejarla aquí. La Robla sigue sirviendo para lo que se ideo en principio. ¡Es una maravilla, por que la vida es eso..."y nada hay nuevo bajo el sol".
El carbón tira de las mercancías de Feve.
La compañía ferroviaria estatal aumenta el transporte de cargas en plena crisis gracias al incremento del consumo de mineral en las centrales térmicas.
P. CASTAÑO
El carbón sigue siendo un filón para Feve. A pesar de la crisis, la compañía estatal ferroviaria incrementó durante el pasado año de forma notable el transporte de mercancías gracias al aumento del consumo de carbón tanto de importación como nacional en las centrales termoeléctricas del norte de España.
Según los datos provisionales que maneja la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei), Feve movió en 2011 por sus líneas 1.750.870 toneladas de mercancías, lo que supone 284.990 toneladas más que en 2010. El incremento es de casi un 20 por ciento y se debe principalmente al transporte del carbón. La producción eléctrica con el mineral aumentó en 2011 un 82 por ciento según los datos que maneja Red Eléctrica de España (un total de 46.427 GWh) debido al descenso del viento disponible (lo que se tradujo en menor producción eólica) y de las lluvias (menor producción hidráulica) y a la aplicación del real decreto de ayudas al sector nacional del carbón. Las térmicas incrementaron de forma notable la quema de mineral y el ferrocarril es el principal medio para su transporte. De hecho, más del 60% de las mercancías que ha movido Feve en los últimos años son carbón y el aumento de su consumo ha elevado la cifras totales de cargas en 2011 a pesar de la crisis.
Buena parte de las líneas que forman la actual red de Feve fueron diseñadas es su día para transportar el carbón de las comarcas mineras (del Nalón, del Caudal y de la montaña leonesa y palentina) hacia los puertos de mar y las grandes factorías siderúrgicas. Es el caso de las líneas del antiguo Ferrocarril de Langreo (Pola de Laviana-Langreo-Gijón), del Vasco (Collanzo-Mieres-Trubia-San Esteban de Pravia) o del Ferrocarril de La Robla (La Robla-Balmaseda-Bilbao). La progresiva caída de actividad minera en Asturias, León y Palencia fue debilitando esos tráficos de carbón, pero Feve encontró una nueva veta dándole la vuelta al negocio. En vez de llevar el carbón hacia la costa, lo lleva del puerto a las centrales térmicas, situadas en la mayor parte de los casos al pie de las minas. El carbón que se extraía en las explotaciones asturianas y de Castilla y León es sustituido ahora, en buena parte de los casos, por el que llega de importación.
Durante el pasado año, Feve transportó 1.750.870 toneladas de mercancías y la mayor parte eran de carbón. El mineral es la principal mercancía muy por encima de los productos siderúrgicos, arena, sosa, aluminio, dolomía, madera, contenedores y alambrón, que son los otros productos que mueve Feve por sus líneas.
Más de la mitad del tráfico de carbones de Feve se corresponde con el servicio que realiza entre el puerto de Gijón y las centrales térmicas de Aboño y Soto de Ribera. HC Energía adjudicó a Feve junto con la operadora logística Trans European Transport (del grupo Suardíaz) el transporte regular de carbón de importación desde la terminal marítima de Gijón hasta las centrales de la compañía eléctrica en Asturias.
El segundo trayecto que mueve más toneladas es el que realiza Feve entre Mieres y las centrales de Aboño y Soto de Ribera. En este caso sí es carbón nacional. Se trata de la producción de Hunosa que sale del lavadero de El Batán con destino a las térmicas de HC Energía. Hunosa renovó recientemente el contrato de transporte con Feve por un importe de 2.173.600 euros.
El resto de transportes de carbones que realiza Feve se localizan fuera de Asturias. Para Iberdrola lleva carbones de importación a la localidad palentina de Guardo (en concreto a la central térmica de Velilla del Río Carrión) desde el puerto de Santander y desde Mataporquera; para Solvay lleva mineral a Torrelavega desde el puerto de Santander; y para la Hullera Vasco Leonesa y Bergé transporta carbón a Guardo desde La Robla (León). En febrero de 2009 entró en funcionamiento un servicio combinado de Feve y Renfe junto con Bergé Marítima para transportar carbón desde el puerto de El Musel hasta Guardo. A través de las vías de Renfe se lleva el mineral de Gijón a La Robla y de allí Feve lo transporta hasta la localidad palentina para abastecer a la central térmica de Iberdrola en Velilla.
El negocio del carbón se centra en Asturias y Castilla y León, pero Feve no tiene posibilidad de interconectar las dos zonas (llevar el mineral de Asturias hasta Vizcaya por el corredor de la costa y desde allí hasta Castilla y León por el eje subcantábrico es inviable) y tiene que buscar alianzas con Renfe para poder competir con el tráfico por carretera. Sin embargo, las obras de la variante de alta velocidad de Pajares abren una nueva posibilidad de negocio para Feve. El anterior presidente de la compañía, Ángel Villalba, había destacado hace dos años el interés que tenía la compañía en que el actual trazado del puerto de Pajares contara con un tercer raíl. La idea era que el actual trazado de ancho ibérico (1,6 metros) entre la localidad mierense de Ujo y La Robla (León) se acondicione para trenes de vía estrecha con un tercer raíl para ancho métrico (un metro) que permita el tránsito del material de Feve.
Los anteriores responsables de Feve habían precisado que la iniciativa lo que perseguía fundamentalmente es potenciar el transporte de carbones de importación entre el puerto de Gijón y las centrales térmicas de La Robla y Guardo. Con el tercer hilo en el trazado de Pajares Feve podría abastecer directamente a las centrales desde El Musel y competir con los servicios ferroviarios que ya prestan Acciona Rail Service (operador privado que utiliza la red de Adif entre Gijón y La Robla para abastecer la central de Unión Fenosa en la localidad leonesa) y Renfe y con el transporte por carretera con camiones. Los planes del nuevo equipo gestor de Feve, presidido por Marcelino Oreja Arburúa, aún son una incógnita y está por definir si el carbón seguirá atizando el negocio de mercancías.
El carbón tira de las mercancías de Feve.
La compañía ferroviaria estatal aumenta el transporte de cargas en plena crisis gracias al incremento del consumo de mineral en las centrales térmicas.
P. CASTAÑO
El carbón sigue siendo un filón para Feve. A pesar de la crisis, la compañía estatal ferroviaria incrementó durante el pasado año de forma notable el transporte de mercancías gracias al aumento del consumo de carbón tanto de importación como nacional en las centrales termoeléctricas del norte de España.
Según los datos provisionales que maneja la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei), Feve movió en 2011 por sus líneas 1.750.870 toneladas de mercancías, lo que supone 284.990 toneladas más que en 2010. El incremento es de casi un 20 por ciento y se debe principalmente al transporte del carbón. La producción eléctrica con el mineral aumentó en 2011 un 82 por ciento según los datos que maneja Red Eléctrica de España (un total de 46.427 GWh) debido al descenso del viento disponible (lo que se tradujo en menor producción eólica) y de las lluvias (menor producción hidráulica) y a la aplicación del real decreto de ayudas al sector nacional del carbón. Las térmicas incrementaron de forma notable la quema de mineral y el ferrocarril es el principal medio para su transporte. De hecho, más del 60% de las mercancías que ha movido Feve en los últimos años son carbón y el aumento de su consumo ha elevado la cifras totales de cargas en 2011 a pesar de la crisis.
Buena parte de las líneas que forman la actual red de Feve fueron diseñadas es su día para transportar el carbón de las comarcas mineras (del Nalón, del Caudal y de la montaña leonesa y palentina) hacia los puertos de mar y las grandes factorías siderúrgicas. Es el caso de las líneas del antiguo Ferrocarril de Langreo (Pola de Laviana-Langreo-Gijón), del Vasco (Collanzo-Mieres-Trubia-San Esteban de Pravia) o del Ferrocarril de La Robla (La Robla-Balmaseda-Bilbao). La progresiva caída de actividad minera en Asturias, León y Palencia fue debilitando esos tráficos de carbón, pero Feve encontró una nueva veta dándole la vuelta al negocio. En vez de llevar el carbón hacia la costa, lo lleva del puerto a las centrales térmicas, situadas en la mayor parte de los casos al pie de las minas. El carbón que se extraía en las explotaciones asturianas y de Castilla y León es sustituido ahora, en buena parte de los casos, por el que llega de importación.
Durante el pasado año, Feve transportó 1.750.870 toneladas de mercancías y la mayor parte eran de carbón. El mineral es la principal mercancía muy por encima de los productos siderúrgicos, arena, sosa, aluminio, dolomía, madera, contenedores y alambrón, que son los otros productos que mueve Feve por sus líneas.
Más de la mitad del tráfico de carbones de Feve se corresponde con el servicio que realiza entre el puerto de Gijón y las centrales térmicas de Aboño y Soto de Ribera. HC Energía adjudicó a Feve junto con la operadora logística Trans European Transport (del grupo Suardíaz) el transporte regular de carbón de importación desde la terminal marítima de Gijón hasta las centrales de la compañía eléctrica en Asturias.
El segundo trayecto que mueve más toneladas es el que realiza Feve entre Mieres y las centrales de Aboño y Soto de Ribera. En este caso sí es carbón nacional. Se trata de la producción de Hunosa que sale del lavadero de El Batán con destino a las térmicas de HC Energía. Hunosa renovó recientemente el contrato de transporte con Feve por un importe de 2.173.600 euros.
El resto de transportes de carbones que realiza Feve se localizan fuera de Asturias. Para Iberdrola lleva carbones de importación a la localidad palentina de Guardo (en concreto a la central térmica de Velilla del Río Carrión) desde el puerto de Santander y desde Mataporquera; para Solvay lleva mineral a Torrelavega desde el puerto de Santander; y para la Hullera Vasco Leonesa y Bergé transporta carbón a Guardo desde La Robla (León). En febrero de 2009 entró en funcionamiento un servicio combinado de Feve y Renfe junto con Bergé Marítima para transportar carbón desde el puerto de El Musel hasta Guardo. A través de las vías de Renfe se lleva el mineral de Gijón a La Robla y de allí Feve lo transporta hasta la localidad palentina para abastecer a la central térmica de Iberdrola en Velilla.
El negocio del carbón se centra en Asturias y Castilla y León, pero Feve no tiene posibilidad de interconectar las dos zonas (llevar el mineral de Asturias hasta Vizcaya por el corredor de la costa y desde allí hasta Castilla y León por el eje subcantábrico es inviable) y tiene que buscar alianzas con Renfe para poder competir con el tráfico por carretera. Sin embargo, las obras de la variante de alta velocidad de Pajares abren una nueva posibilidad de negocio para Feve. El anterior presidente de la compañía, Ángel Villalba, había destacado hace dos años el interés que tenía la compañía en que el actual trazado del puerto de Pajares contara con un tercer raíl. La idea era que el actual trazado de ancho ibérico (1,6 metros) entre la localidad mierense de Ujo y La Robla (León) se acondicione para trenes de vía estrecha con un tercer raíl para ancho métrico (un metro) que permita el tránsito del material de Feve.
Los anteriores responsables de Feve habían precisado que la iniciativa lo que perseguía fundamentalmente es potenciar el transporte de carbones de importación entre el puerto de Gijón y las centrales térmicas de La Robla y Guardo. Con el tercer hilo en el trazado de Pajares Feve podría abastecer directamente a las centrales desde El Musel y competir con los servicios ferroviarios que ya prestan Acciona Rail Service (operador privado que utiliza la red de Adif entre Gijón y La Robla para abastecer la central de Unión Fenosa en la localidad leonesa) y Renfe y con el transporte por carretera con camiones. Los planes del nuevo equipo gestor de Feve, presidido por Marcelino Oreja Arburúa, aún son una incógnita y está por definir si el carbón seguirá atizando el negocio de mercancías.