Amigos Charo y Eduardo, la cuestión, en mi modesta opinión, no es que uno se sienta forastero en su tierra, pues cuando uno vuelve a ella, (mi caso), es como encontrarse en casa, pues parece que nunca de ella salí, pero al caminar por sus calles y encontrarte con los habitantes del pueblo, (en mi caso son más de 2000), sobre todo si es gente joven, no nos conocemos, pues aunque no nos sintamos forasteros, si algo nos pasa por la cabeza, pues quisieras, como entonces, conocer a aquella persona lo mismo de que ella te conociera a ti, y pasas por casi todo el pueblo así, como un forastero al que nadie conoce, salvo alguien de tu edad o mayor que, por los años que has ido de vacaciones, nos seguimos recordando, así que, cierto es que no nos consideran ni nos consideramos, pero el aire que se respira es ese, por desgracia para todos y por acogedora que sea la gente. Si nos damos a conocer seguro que más de un abrazo recibes y te preguntan por toda la familia, pero si además la memoria que falla es la de uno, entonces el que hace que te consideren forastero es uno mismo.
Bueno, yo te todas las maneras intentaré seguir volviendo por mi pueblo natal, aunque solo sea de visitas esporádicas, siempre que pueda y si veo a alguien que conozca me daré a conocer, lo mismo espero de ellos.
Abrazos pa tos y toas, El Emigrao
Bueno, yo te todas las maneras intentaré seguir volviendo por mi pueblo natal, aunque solo sea de visitas esporádicas, siempre que pueda y si veo a alguien que conozca me daré a conocer, lo mismo espero de ellos.
Abrazos pa tos y toas, El Emigrao