Gracias, Charo, gracias, Eduardo.
Estuve en Salinas jugando a los bolos y mañana volveré.
Hacía un calor terrorífico pero se aguantaba bien porque era seco. El campo y las montañas están verdes, aunque ha empezado la siega y la brisa sabe a heno. Los pantanos están llenos y el pueblo aparentemente vacío. ¿Hace mucho, Charo, que no vas por Salinas?. No sé si le conocerías. Es precioso, hay casas y casas y casas, cada vez más casas y un entorno de ensueño. Sin embargo hay algo extraño. No hay gente por las calles ni oyes llorar a los niños...
Por las mañanas, pronto, antes de marcharme al río o al pantano, me doy un paseo por sus calles. Ahora es verano y no huele a humo de roble. Huele a hierba, a campo y a flores...
Es entonces cuando sueño tener un PLATERO, como Juan Ramón, "para caminar, él con su lana, yo con mi manta, por el limpio pueblo solitario".
Un abrazo para todos
Estuve en Salinas jugando a los bolos y mañana volveré.
Hacía un calor terrorífico pero se aguantaba bien porque era seco. El campo y las montañas están verdes, aunque ha empezado la siega y la brisa sabe a heno. Los pantanos están llenos y el pueblo aparentemente vacío. ¿Hace mucho, Charo, que no vas por Salinas?. No sé si le conocerías. Es precioso, hay casas y casas y casas, cada vez más casas y un entorno de ensueño. Sin embargo hay algo extraño. No hay gente por las calles ni oyes llorar a los niños...
Por las mañanas, pronto, antes de marcharme al río o al pantano, me doy un paseo por sus calles. Ahora es verano y no huele a humo de roble. Huele a hierba, a campo y a flores...
Es entonces cuando sueño tener un PLATERO, como Juan Ramón, "para caminar, él con su lana, yo con mi manta, por el limpio pueblo solitario".
Un abrazo para todos