¡Bonita maqueta, que no desentona por su semejanza a la realidad, y a otras muchas naturales que hay por el Norte de Palencia, Cantabria y que en estos días no me he cansado de admirar!.
Hermoso recuerdo nos has traido, Charo, con el juego de
"La Tompa", era como un cono invertido al que por su punta se le introducía un "rejo" que normalmente era un clavo un poco grueso, al que se le redondeaba la parte que quedaba fuera y que normalmente era la cabeza del clavo.
Incluso existían las trompas, que eran más sofisticadas, más redondeadas casi en forma de esfera, y con un saliente hecho con la misma madera por la parte superior.
Había algunos que eran unos artistas pintándolas de colores en su parte superior, y que al rotar daba una belleza impresionante como las aspas de un avión en distintos colores, incluso se han llegado a confeccionar en plástico, con lucecitas en su interior que al girar se parece una bervena, pero como bien dices Charo, su misión en el juego era otra y éstas últimas dudo que aguantaran una embestida de las antíguas.
Se solían hacer girar con una cuerda ó cordón de hilo de algodón, y que para aprovechar al máximo se ponía una moneda de veiticinco céntimas que tenía agujero, y se sujetaba con uno ó varios nudos.
¡Qué gratos recuerdos nos sueles traer Charo!.
He ido de pasada, por tú Montaña Palentina, en su parte norte, llena de niebla, que la hace más misteriosa, hermosa, e interesante; he visto tú querido Río Pisuerga y me he deslizado junto a él en mi ida y vuelta, junto a las vías del tren, y le he dicho, que hay una palentina en Castellón, que le adora y suspira por él, he visto y admirado su caudal, que lleva vida tanto animal como vegetal en todo su curso, y como te prometí, te he tenido presente en el trayecto.
También en la temperatura, pues las noticias daban por el Sur los cuarenta grados, mientras que en Cantabria, marcaban ocho en Reinosa, y doce ó catorce en Santander; he ahí la diferencia que marca ésa Cordillera en diferentes momentos.
Un fuerte abrazo para todos Charo, Rubí, Santi, Emigrao, Peter en sus vacaciones.
Eduardo.
Hermoso recuerdo nos has traido, Charo, con el juego de
"La Tompa", era como un cono invertido al que por su punta se le introducía un "rejo" que normalmente era un clavo un poco grueso, al que se le redondeaba la parte que quedaba fuera y que normalmente era la cabeza del clavo.
Incluso existían las trompas, que eran más sofisticadas, más redondeadas casi en forma de esfera, y con un saliente hecho con la misma madera por la parte superior.
Había algunos que eran unos artistas pintándolas de colores en su parte superior, y que al rotar daba una belleza impresionante como las aspas de un avión en distintos colores, incluso se han llegado a confeccionar en plástico, con lucecitas en su interior que al girar se parece una bervena, pero como bien dices Charo, su misión en el juego era otra y éstas últimas dudo que aguantaran una embestida de las antíguas.
Se solían hacer girar con una cuerda ó cordón de hilo de algodón, y que para aprovechar al máximo se ponía una moneda de veiticinco céntimas que tenía agujero, y se sujetaba con uno ó varios nudos.
¡Qué gratos recuerdos nos sueles traer Charo!.
He ido de pasada, por tú Montaña Palentina, en su parte norte, llena de niebla, que la hace más misteriosa, hermosa, e interesante; he visto tú querido Río Pisuerga y me he deslizado junto a él en mi ida y vuelta, junto a las vías del tren, y le he dicho, que hay una palentina en Castellón, que le adora y suspira por él, he visto y admirado su caudal, que lleva vida tanto animal como vegetal en todo su curso, y como te prometí, te he tenido presente en el trayecto.
También en la temperatura, pues las noticias daban por el Sur los cuarenta grados, mientras que en Cantabria, marcaban ocho en Reinosa, y doce ó catorce en Santander; he ahí la diferencia que marca ésa Cordillera en diferentes momentos.
Un fuerte abrazo para todos Charo, Rubí, Santi, Emigrao, Peter en sus vacaciones.
Eduardo.