Por cierto Charo, aunque a mí no me gusten las morcillas debo manifestarte que a mi familia le encantaban con locura, las famosas morcillas de arroz, y respecto al vino, mi padre mandó desde su tierra Manchega, un tonel para disfrutarlo con sus amigos palentinos.
¡Qué grandes amigos eran tanto los padres como los hijos!.
En estas cosas yo no pecaba.
Un abrazo y espero que se os abra el apetito.
Eduardo.
¡Qué grandes amigos eran tanto los padres como los hijos!.
En estas cosas yo no pecaba.
Un abrazo y espero que se os abra el apetito.
Eduardo.