He visitado este bello y austero
Monasterío y sin dejar de apreciar su belleza
monumental, lo que más me ha llamado la atención es que en su recinto se siente el silencio, que genera una paz interior a todos aquellos que se encuentran dispuestos a buscarla.
En pocos sitios he sentido más cerca la presencia de Dios.
Juan José Calvo.