En este bello
patio, hay varias entradas, cada una con su función. Por la derecha, donde las
columnas, se entra en una pequeña
tienda donde uno puede encontrar recuerdos varios, pero sobre todo, unos ricos
pasteles. Por la
puerta del centro, bajo los
arcos, se entra en clausura y está abierta para quien le interese la vida monacal. Y a la izquierda(no se ve) está la entrada para el maravilloso
claustro. Es una vista obligada, que no defraudará.