No sé por qué esta imagen recuerda una obra cargada de angustia y terror como es El grito de Edvard Munch. Munch escribió esta apostilla, que resume su sentimiento: "Una
noche anduve por un
camino. Por debajo de mí estaban la ciudad y el fiordo. Me quedé mirando el fiordo, el sol se estaba poniendo. Las nubes se tiñeron de rojo, como la sangre. Sentí como un grito a través de la
naturaleza. Me pareció oír un grito. Pinté este cuadro, pinté las nubes como sangre verdadera. Los
colores gritaban". El
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