Seguro que ese alguien tiene nombre y apellidos. Y acaso estaría dispuesto a devolver lo que se llevó... Este hueco en el muro es el que dejó una preciosa ventanarománica después de que alguien la robara. Ni que hubieran lanzado un obús. Es otra guerra, la del abandono y la desidia de unas autoridades palentinas que presumen del románico, al mismo tiempo que permiten que una iglesiarománica desaparezca. No sé por qué esta imagen recuerda una obra cargada de angustia y terror como es El grito de Edvard Munch. Munch escribió esta apostilla, que resume su sentimiento: "Una noche anduve por un camino. Por debajo de mí estaban la ciudad y el fiordo. Me quedé mirando el fiordo, el sol se estaba poniendo. Las nubes se tiñeron de rojo, como la sangre. Sentí como un grito a través de la naturaleza. Me pareció oír un grito. Pinté este cuadro, pinté las nubes como sangre verdadera. Los colores gritaban". El... Se dice que una imagen dice más que mil palabras, y que a veces un silencio resulta más expresivo que un discurso. Aquí imagen y silencio constituyen un llamada angustiosa ante el abandono de esta iglesia, un grito desesperado en medio del árido campo castellano.