El
campanario es un símbolo de unión entre Dios y los hombres, y a su vez, un símbolo del poder de la
Iglesia, ya que es visible desde cualquier lugar, como se puede ver en todo el
valle de La Ojeda.
A diferencia del campanario bizantino que se encontraba aislado, el
románico se construye en el mismo
edificio del templo, con frecuencia en la
fachada principal, a veces a los lados y otras junto al crucero. En este caso se trata de un campanario de una sola pared, con un hueco para colocar las
campanas,
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