Siempre que visito la página de nuestro pueblo y veo sus fotos, despierta en mí un interés especial; veo a mi tío Donato en plena faena moviendo la paja con el gario (una de las múltiples labores que requería la agricultura por aquella época) quedando fielmente reflejada la imagen abnegada y austera que siempre caracterizó al labriego castellano. La ingenua y comprensiva mirada de las tres niñas que le acompañan dan a esta foto un valor especial, digna de ser contemplada y valorada en toda su dimensión. ... (ver texto completo)