En las largas caminatas de este verano, he comido más moras que en toda mi vida, hay muchísimas y muy buenas por todas las partes, y especialmente en los Bardales, un verdadero primor comerlas recién cogidas, tienen un sabor especial e inigualable, los que son de pueblo ya lo saben, el resto les invito que lo prueben, delicatessen!
Un saludo.