En este edificio, hacia 1.800, comenzó a funcionar un martinete siderúrgico "para la construcción de collares tenazas, tejuelos, gorrones, gatos, herrajes para carros, clavazones de todas las especies y otros muchos útiles que se necesitaban para el surtido de estas Reales Obras y del público así para la agricultura como para las artes". No se sabe a ciencia cierta la fecha en que cesó la actividad del martinete, pero sí que en 1.929 se remodeló el edificio para transformarlo en central eléctrica, de la que se obtendría la energía suficiente para abastecer todos esos pueblos que cita Salomé.