Imágenes, historias, recuerdos que son parte de mi vida, que me acompañan y las tengo siempre presentes, por muy larga que sea la ausencia. Porque no es cierto eso que dicen del pasado, que es posible enterrarlo; con el tiempo he descubierto que es mentira, porque mi pasado de infancia, ya lejano, en San Quirce se me abre paso a zarpazos, se me presenta a veces con plena actualidad, como si no contase el tiempo transcurrido, fiel a mis raíces y origen en esa tierra y a todo lo que se me quedó allí; con emociones y sentimientos diversos, encontrados tal vez, pero siempre con mucho cariño a todos esos lugares y personas conocidas que se ven en las fotografías.
Lo son todas, pero las que nos presenta el amigo Carlos, como esta, son magníficas, tienen algo especial, no es la primera vez que me he manifestado en tal sentido, dándole las gracias y animándole a que continúe haciéndolo y hoy lo hago una vez más.
Esta imagen tiene un significado especial para mí por el lugar desde donde está conseguida, el “mirador” de El Santo, mi sitio preferido de San Quirce por tantos motivos, mi punto de llegada cuando, soñando despierto, viajo hasta allí, cuando quiero recrearme con recuerdos. El Santo, esa Ermita y esa colina, es mi lugar.
Como bien dice Marcelino esta fotografía es para enmarcarla por el impresionante paisaje que nos muestra, que es fantástico de verdad. Yo hace tiempo que la tengo así, enmarcada, y colocada como algo especial en un lugar preferente de mi casa. Y esa descripción que haces, Marcelino, de esas montañas palentinas me ha gustado mucho porque así las conocíamos en San Quirce, como los Picos de Europa, aunque no exactamente corresponda así y solo sean parte del mismo sistema montañoso. Para mi esas montañas, esos particulares Picos de Europa avistados desde San Quirce, en aquellos años de mi infancia eran toda una referencia geográfica, como las montañas más grandes que podrían existir en cualquier parte de la tierra.
Lo son todas, pero las que nos presenta el amigo Carlos, como esta, son magníficas, tienen algo especial, no es la primera vez que me he manifestado en tal sentido, dándole las gracias y animándole a que continúe haciéndolo y hoy lo hago una vez más.
Esta imagen tiene un significado especial para mí por el lugar desde donde está conseguida, el “mirador” de El Santo, mi sitio preferido de San Quirce por tantos motivos, mi punto de llegada cuando, soñando despierto, viajo hasta allí, cuando quiero recrearme con recuerdos. El Santo, esa Ermita y esa colina, es mi lugar.
Como bien dice Marcelino esta fotografía es para enmarcarla por el impresionante paisaje que nos muestra, que es fantástico de verdad. Yo hace tiempo que la tengo así, enmarcada, y colocada como algo especial en un lugar preferente de mi casa. Y esa descripción que haces, Marcelino, de esas montañas palentinas me ha gustado mucho porque así las conocíamos en San Quirce, como los Picos de Europa, aunque no exactamente corresponda así y solo sean parte del mismo sistema montañoso. Para mi esas montañas, esos particulares Picos de Europa avistados desde San Quirce, en aquellos años de mi infancia eran toda una referencia geográfica, como las montañas más grandes que podrían existir en cualquier parte de la tierra.