Gracias Eloy por tus últimas fotografías. Sigue poniendo más, haciendo crecer estas páginas con ellas. Gracias también por tus comentarios.
Esta es una de las vistas que nos muestra San Quirce de si mismo, que me recreo en mirar siempre en vivo y en directo, cuando viajando en tren se pasa cerca atravesando sus vegas.
Imágenes de corta duración, de escasos momentos, pero que activan siempre recuerdos con la emoción de la nostalgia. La que después cuando el tren continua su marcha veloz, me hace por un tiempo reflexionar queriendo revivir recuerdos con intensidad, algunos hasta con el eco de sus sonidos.
¡Ay San Quirce que siempre estás presente en mi vida! Como tierra y lugar que formas parte de ella, como yo de ti, donde siento y se que el destino aún me tiene algo reservado.
Muchas veces pienso que vivo en el pasado, con el referente de mis años de infancia vividos ahí, en ese lugar, que tiene un significado muy importante en mi vida. Con el que alimento algunos de mis sueños como un desocupado que obsesivamente se afana en buscar y buscar, sin saber ya qué…
Y cuanto me gustaría sumergirme en aquellos pasados de mi infancia en San Quirce, en aquellas historias, haciendo de mis sueños utópicos realidades tangibles. En lo hermoso que resultaría revivir episodios de aquellos tiempos, y mucho más traer de regreso a alguien de los que se fueron para siempre, a todos y más alguno en especial, pasar un día con esa persona, solamente un día, una última vez, darla un último abrazo, un último beso, escuchar su voz nuevamente, tener otra oportunidad para decirle: te extraño, te he tenido presente en mis recuerdos durante toda mi vida, así continuo y te sigo queriendo con toda mi alma, y siempre será así.
Todo está más cerca, las distancias se han hecho más cortas, somos nosotros los que nos vamos quedando lejos, comprobando ya cómo ciertos deseos se hacen incumplibles, se transforman en sueños con los que uno se complace y se conforma.
Si los recuerdos a veces duelen, ¿mejor no recordar?
Si las lágrimas pueden herir, ¿mejor no llorar?
Si los sentimientos debilitan, ¿mejor no sentir?
Indudablemente hay algo que nunca se puede olvidar, ni tampoco reprimir lágrimas y sentimientos. Siempre hay algo que ni se debe ni se puede hacer.
Esta es una de las vistas que nos muestra San Quirce de si mismo, que me recreo en mirar siempre en vivo y en directo, cuando viajando en tren se pasa cerca atravesando sus vegas.
Imágenes de corta duración, de escasos momentos, pero que activan siempre recuerdos con la emoción de la nostalgia. La que después cuando el tren continua su marcha veloz, me hace por un tiempo reflexionar queriendo revivir recuerdos con intensidad, algunos hasta con el eco de sus sonidos.
¡Ay San Quirce que siempre estás presente en mi vida! Como tierra y lugar que formas parte de ella, como yo de ti, donde siento y se que el destino aún me tiene algo reservado.
Muchas veces pienso que vivo en el pasado, con el referente de mis años de infancia vividos ahí, en ese lugar, que tiene un significado muy importante en mi vida. Con el que alimento algunos de mis sueños como un desocupado que obsesivamente se afana en buscar y buscar, sin saber ya qué…
Y cuanto me gustaría sumergirme en aquellos pasados de mi infancia en San Quirce, en aquellas historias, haciendo de mis sueños utópicos realidades tangibles. En lo hermoso que resultaría revivir episodios de aquellos tiempos, y mucho más traer de regreso a alguien de los que se fueron para siempre, a todos y más alguno en especial, pasar un día con esa persona, solamente un día, una última vez, darla un último abrazo, un último beso, escuchar su voz nuevamente, tener otra oportunidad para decirle: te extraño, te he tenido presente en mis recuerdos durante toda mi vida, así continuo y te sigo queriendo con toda mi alma, y siempre será así.
Todo está más cerca, las distancias se han hecho más cortas, somos nosotros los que nos vamos quedando lejos, comprobando ya cómo ciertos deseos se hacen incumplibles, se transforman en sueños con los que uno se complace y se conforma.
Si los recuerdos a veces duelen, ¿mejor no recordar?
Si las lágrimas pueden herir, ¿mejor no llorar?
Si los sentimientos debilitan, ¿mejor no sentir?
Indudablemente hay algo que nunca se puede olvidar, ni tampoco reprimir lágrimas y sentimientos. Siempre hay algo que ni se debe ni se puede hacer.