Hola amigos de San Quirce:
Soy Fredes Rucandio, hija de Máximo y Francisca ya fallecidos.
Hace 52 años que salí de San Quirce para casarme con Félix Tovar.
Desde entonces he estado varias veces en el pueblo, pero de forma exporádica. Ahora concretamente hacía bastante que no iba. Vivimos concreamente en León.
El pasado día 18 de julio, con motivo de encontrarse mi hermano Maxi y mi cuñada Cati pasando unos días fuímos a pasar ese día junto con los primos Quirino y Dorita, a los que hacía bastante no veíamos.
Pasamos un día muy bonito recordando tiempos pasados. Estuvimos recorriendo las calles y debo confesaros que sentí una profunda tristeza al ver el estado de las calles, sin pavimentar y bastante deterioradas.
Nos acercamos al cementerio a rezar sobre la tumba de nuestros padres y no pudimos ni entrar debido al estado lamentable en que se encuentra, de hierba sin segar, ortigas...
Como os digo, me ha dado mucha pena ver el pueblo donde nací y me crié, prácticamente despoblado y en un estado de total abandono por parte del Ayuntamiento de Alar del Rey, al que según nos informaron, pagais religiosamnete los impuestos.
Ojalá que la próxima vez que volvamos a San Quirce, pueda llevarme una mejor impresión porque nuestros políticos, además de cobrar a los vecinos les doten de algún servicio que les haga la vida más agradable.
Un abrazo y nuestros mejores deseos.
Fredes
Soy Fredes Rucandio, hija de Máximo y Francisca ya fallecidos.
Hace 52 años que salí de San Quirce para casarme con Félix Tovar.
Desde entonces he estado varias veces en el pueblo, pero de forma exporádica. Ahora concretamente hacía bastante que no iba. Vivimos concreamente en León.
El pasado día 18 de julio, con motivo de encontrarse mi hermano Maxi y mi cuñada Cati pasando unos días fuímos a pasar ese día junto con los primos Quirino y Dorita, a los que hacía bastante no veíamos.
Pasamos un día muy bonito recordando tiempos pasados. Estuvimos recorriendo las calles y debo confesaros que sentí una profunda tristeza al ver el estado de las calles, sin pavimentar y bastante deterioradas.
Nos acercamos al cementerio a rezar sobre la tumba de nuestros padres y no pudimos ni entrar debido al estado lamentable en que se encuentra, de hierba sin segar, ortigas...
Como os digo, me ha dado mucha pena ver el pueblo donde nací y me crié, prácticamente despoblado y en un estado de total abandono por parte del Ayuntamiento de Alar del Rey, al que según nos informaron, pagais religiosamnete los impuestos.
Ojalá que la próxima vez que volvamos a San Quirce, pueda llevarme una mejor impresión porque nuestros políticos, además de cobrar a los vecinos les doten de algún servicio que les haga la vida más agradable.
Un abrazo y nuestros mejores deseos.
Fredes