Foto del puente sobre el Pisuerga, a su paso, en las inmediaciones de Barrio de San Vicente y camino del Soto. En la actualidad, parece increíble, pero no tiene defensas, ni tan siquiera quitamiedos en sus laterales, pues en su momento lo tenia, aunque muy endebles, y los restos que quedan están retorcidos, posiblemente para que puedan pasar las cosechadoras con sus peines enormes montados. Era una zona muy cangrejera en tiempos de los cangrejos autóctonos, con ejemplares de hasta 18 cm de largos, y por los que nos pagaban en Herrera, 500 y 600 pesetas la docena, para restaurantes de Madrid, donde era prohibitivo comerlos, si no eras de la alta sociedad, o eso nos decían los veraneantes que venían de la capital. Una vez mas, recuerdos de una época que ya no volverá, pero que es una delicia verlo de nuevo cada verano.