Por azar del destino, me enteré aunque tarde de la ausencia de un Gran hombre,
amigo entrañable, con quién tuve el honor de compartir inolvidables jornadas de
caza, y conversar largo y tendido sobre farmacología y otras ciencias en el café y en la
Farmacia que regentaba en
Santibañez de la Peña, dándome cuenta desde el principio que estaba ante un hombre Ilustre, y un gran Profesional. Es difícil asimilar su ausencia, y solo me queda la Esperanza de que un día le encuentre con un abrazo, en otra
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