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Libro escolar
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Este és un libro de lectura escolar, perteneciente a las escuelas de Sotobañado.
En éste libro, muchos niños o niñas (no sé en que clase se encontró) yo entre ellas, aprendimos a asumir correctamente la lecto-escritura.
Se compone de cortos relatos que todos ellos terminaban con una secuencia moral y religiosa. La maestra elegía al azar, a la niña que leería en voz alta un relato, que después de ser escuchado, teníamos que hacer por escrito un resumen de lo entendido.
Con la emigación de las familias a las ciudades, Sotobañado como tanto pueblos se quedó con tan pocos niños que se cerraron sus escuelas. Salía más económico recoger con autobús los de varias poblaciones y reunirlos todos en una.
Por aquellos años, mi hermano hizo una visita al pueblo, se acercó a las escuelas... Estaban habiertas, sus libros extendidos por el suelo y con síntomas de total abandono.
Él reconocía todos aquellos libros, le dió pena de la situación en que se encontraban y decidió rescatar uno.
Este libro pasó barios años en casa de mis padres, hasta la muerte de mi madre, luego me lo quedé yo y hasta hoy.
Del resto de los libros, no sé la suerte que corrieron.
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Este és un libro de lectura escolar, perteneciente a las escuelas de Sotobañado.
En éste libro, muchos niños o niñas (no sé en que clase se encontró) yo entre ellas, aprendimos a asumir correctamente la lecto-escritura.
Se compone de cortos relatos que todos ellos terminaban con una secuencia moral y religiosa. La maestra elegía al azar, a la niña que leería en voz alta un relato, que después de ser escuchado, teníamos que hacer por escrito un resumen de lo entendido.
Con la emigación de las familias a las ciudades, Sotobañado como tanto pueblos se quedó con tan pocos niños que se cerraron sus escuelas. Salía más económico recoger con autobús los de varias poblaciones y reunirlos todos en una.
Por aquellos años, mi hermano hizo una visita al pueblo, se acercó a las escuelas... Estaban habiertas, sus libros extendidos por el suelo y con síntomas de total abandono.
Él reconocía todos aquellos libros, le dió pena de la situación en que se encontraban y decidió rescatar uno.
Este libro pasó barios años en casa de mis padres, hasta la muerte de mi madre, luego me lo quedé yo y hasta hoy.
Del resto de los libros, no sé la suerte que corrieron.