EN CEBEIRO UNA CENTENARIA DE SOTOBAÑAD
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la residencia de ancianos Eusebio Aldekoa, situada en la localidad de Zeberio, viCelebración. La animadora socio-cultural y residentes han preparado una decoración especial para celebrar el cumpleaños con tarta, chocolatada y regalosvirá mañana una jornada muy especial. Y no solo por la celebración de una fiesta tan señalada como es la Navidad sino que, además, su residente más longeva cumple los cien años de edad.
María Natividad Martín Gutiérrez nació un 25 de diciembre de 1912 en la pequeña población de Sotobañado, en Palencia. Fue la segunda de cuatro hermanos ya fallecidos, al igual que su esposo, y durante su matrimonio tuvo una hija que se encuentra afincada en la localidad de Elorrio. "Nati se dedicó, sobre todo, a ayudar a su marido en los trabajos del campo y a las labores del hogar", explica Toño Barañano, director de Eusebio Aldekoa.
Hace unas dos décadas empezó a quedarse largas temporadas con su hija "y en 2004 tomó la decisión de ingresarla en una residencia para poder tenerla siempre cerca y, al mismo tiempo, bien cuidada y atendida".
Desde entonces, es cuidada y asistida con esmero y cariño en la Residencia Eusebio Aldekoa, en funcionamiento desde 1989 como un organismo autónomo del Ayuntamiento de Zeberio pero con la mitad de sus plazas concertadas con la Diputación Foral de Bizkaia.
Buena salud y tranquila El punto débil de Nati es su frágil memoria. En algunos momentos le cuesta ser consciente de la efeméride tan significativa que va a tener el honor de protagonizar. " ¡Cien años! ¡Qué barbaridad! ¿Quién lo iba a decir?", exclama con una pícara sonrisa cuando se le recuerda la edad que está a punto de cumplir.
Por lo demás, "se encuentra físicamente muy bien y estamos seguros de que va a celebrar muchos más cumpleaños", afirma con rotundidad Barañano.
La protagonista de esta Navidad en Eusebio Aldekoa será Natividad Martín ya que mañana cumple los cien años
Entre sus cuidadoras, lo que más llama la atención de Nati es su fortaleza y carácter y que apenas se pone enferma. "En el tiempo que lleva aquí, nunca ha tenido que ir al hospital y casi nunca ha cogido ni un simple catarro. Y tiene la piel espléndida", aseguran las auxiliares que la atienden todos los días.
Uno de los momentos que más disfruta es la peluquería "para estar siempre guapa" y el día a día lo suele pasar "muy tranquila, contenta y si está animada se pasa un buen rato hablando".
Dentro de los servicios y tratamientos que presta la residencia, en el caso de Nati se incide especialmente en su estimulación, sobre todo de los aspectos relacionados "con los afectos, el cariño y las sensaciones y para ello participa tres días a la semana en un taller de actividades dirigido por una animadora socio-cultural que trabaja aspectos cognitivos".
Sencilla celebración Y esa misma empleada es la que se ha dedicado a preparar con algunos de sus compañeros residentes "la decoración para la fiesta de cumpleaños de Natividad y a diseñar unas letras con su nombre que se van a colgar en la sala donde se va a realizar la celebración", avanza Barañano.
La familia, como es lo habitual, es la que se encarga de llevar al festejo la correspondiente tarta "y la residencia también entregará a Nati un detallito y repartirá el chocolate".
Una sencilla celebración pero cargada de mucho cariño y en unas fechas "en las que tenemos que tener un poco de cuidado porque ya hay bastantes agasajos gastronómicos especiales como la cena de Nochebuena y la comida de Navidad", recuerda Toño Barañano.
Eso sí, en el momento de soplar la vela centenaria, Natividad se encontrará rodeada y acompañada por su familia, los otros 27 residentes de Eusebio Aldekoa y el personal del centro para que, una vez más, vuelva a sentir el afecto de todos los que la quieren, la cuidan y la atienden.
calidad y cercanía La residencia municipal de Zeberio -con 31 plazas en 14 habitaciones dobles y tres individuales- destaca por estar emplazada en un entorno rural plácido y tranquilo y ofrecer un servicio de calidad con personal cualificado como el médico que realiza al menos dos visitas semanales, tres enfermeras, quince auxiliares, dos cocineras que preparan comida casera, animadora socio-cultural, psicóloga, fisioterapeuta, podólogo y peluquera.
Tal y como precisa Barañano "casi toca a un trabajador por residente así que se encuentran muy bien atendidos". Además, la mayor parte de las personas que ingresan proceden del propio Zeberio y municipios cercanos como Ugao-Miraballes o Arrigorriaga "y muchos de los cuidadores son también de esta zona así que tienen muchos puntos en común y eso es muy gratificante para ellos".
las claves
· Nombre. María Natividad Martín Gutiérrez, natural de la localidad palentina de Sotobañado, viuda y con una hija que reside en Elorrio.
· Centenaria. Nati, como se la conoce cariñosamente, nació un 25 de diciembre de 1912 por lo que mañana, día de Navidad, cumplirá cien años de edad.
· Residencia actual. En 2004, Nati ingresó en la residencia de ancianos Eusebio Aldekoa, de Zeberio, donde recibe atenciones y cuidados cercanos y de calidad.
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la residencia de ancianos Eusebio Aldekoa, situada en la localidad de Zeberio, viCelebración. La animadora socio-cultural y residentes han preparado una decoración especial para celebrar el cumpleaños con tarta, chocolatada y regalosvirá mañana una jornada muy especial. Y no solo por la celebración de una fiesta tan señalada como es la Navidad sino que, además, su residente más longeva cumple los cien años de edad.
María Natividad Martín Gutiérrez nació un 25 de diciembre de 1912 en la pequeña población de Sotobañado, en Palencia. Fue la segunda de cuatro hermanos ya fallecidos, al igual que su esposo, y durante su matrimonio tuvo una hija que se encuentra afincada en la localidad de Elorrio. "Nati se dedicó, sobre todo, a ayudar a su marido en los trabajos del campo y a las labores del hogar", explica Toño Barañano, director de Eusebio Aldekoa.
Hace unas dos décadas empezó a quedarse largas temporadas con su hija "y en 2004 tomó la decisión de ingresarla en una residencia para poder tenerla siempre cerca y, al mismo tiempo, bien cuidada y atendida".
Desde entonces, es cuidada y asistida con esmero y cariño en la Residencia Eusebio Aldekoa, en funcionamiento desde 1989 como un organismo autónomo del Ayuntamiento de Zeberio pero con la mitad de sus plazas concertadas con la Diputación Foral de Bizkaia.
Buena salud y tranquila El punto débil de Nati es su frágil memoria. En algunos momentos le cuesta ser consciente de la efeméride tan significativa que va a tener el honor de protagonizar. " ¡Cien años! ¡Qué barbaridad! ¿Quién lo iba a decir?", exclama con una pícara sonrisa cuando se le recuerda la edad que está a punto de cumplir.
Por lo demás, "se encuentra físicamente muy bien y estamos seguros de que va a celebrar muchos más cumpleaños", afirma con rotundidad Barañano.
La protagonista de esta Navidad en Eusebio Aldekoa será Natividad Martín ya que mañana cumple los cien años
Entre sus cuidadoras, lo que más llama la atención de Nati es su fortaleza y carácter y que apenas se pone enferma. "En el tiempo que lleva aquí, nunca ha tenido que ir al hospital y casi nunca ha cogido ni un simple catarro. Y tiene la piel espléndida", aseguran las auxiliares que la atienden todos los días.
Uno de los momentos que más disfruta es la peluquería "para estar siempre guapa" y el día a día lo suele pasar "muy tranquila, contenta y si está animada se pasa un buen rato hablando".
Dentro de los servicios y tratamientos que presta la residencia, en el caso de Nati se incide especialmente en su estimulación, sobre todo de los aspectos relacionados "con los afectos, el cariño y las sensaciones y para ello participa tres días a la semana en un taller de actividades dirigido por una animadora socio-cultural que trabaja aspectos cognitivos".
Sencilla celebración Y esa misma empleada es la que se ha dedicado a preparar con algunos de sus compañeros residentes "la decoración para la fiesta de cumpleaños de Natividad y a diseñar unas letras con su nombre que se van a colgar en la sala donde se va a realizar la celebración", avanza Barañano.
La familia, como es lo habitual, es la que se encarga de llevar al festejo la correspondiente tarta "y la residencia también entregará a Nati un detallito y repartirá el chocolate".
Una sencilla celebración pero cargada de mucho cariño y en unas fechas "en las que tenemos que tener un poco de cuidado porque ya hay bastantes agasajos gastronómicos especiales como la cena de Nochebuena y la comida de Navidad", recuerda Toño Barañano.
Eso sí, en el momento de soplar la vela centenaria, Natividad se encontrará rodeada y acompañada por su familia, los otros 27 residentes de Eusebio Aldekoa y el personal del centro para que, una vez más, vuelva a sentir el afecto de todos los que la quieren, la cuidan y la atienden.
calidad y cercanía La residencia municipal de Zeberio -con 31 plazas en 14 habitaciones dobles y tres individuales- destaca por estar emplazada en un entorno rural plácido y tranquilo y ofrecer un servicio de calidad con personal cualificado como el médico que realiza al menos dos visitas semanales, tres enfermeras, quince auxiliares, dos cocineras que preparan comida casera, animadora socio-cultural, psicóloga, fisioterapeuta, podólogo y peluquera.
Tal y como precisa Barañano "casi toca a un trabajador por residente así que se encuentran muy bien atendidos". Además, la mayor parte de las personas que ingresan proceden del propio Zeberio y municipios cercanos como Ugao-Miraballes o Arrigorriaga "y muchos de los cuidadores son también de esta zona así que tienen muchos puntos en común y eso es muy gratificante para ellos".
las claves
· Nombre. María Natividad Martín Gutiérrez, natural de la localidad palentina de Sotobañado, viuda y con una hija que reside en Elorrio.
· Centenaria. Nati, como se la conoce cariñosamente, nació un 25 de diciembre de 1912 por lo que mañana, día de Navidad, cumplirá cien años de edad.
· Residencia actual. En 2004, Nati ingresó en la residencia de ancianos Eusebio Aldekoa, de Zeberio, donde recibe atenciones y cuidados cercanos y de calidad.
Felicidades a Nati y que siga tan guapa y simpatica
Estimada Ana, tu mensaje aunque parco en palabras me hace pensar que le dedicas estas expresiones de elogio a éste Sra. porque en alguna ocasión has tenido trato con ella. Si es así ¿nos podrías decir si se trata de la misma Sra. Nati que yo describo en mi último mensaje? ¿La hija se llama Maruja?.
Aprovecho para darte la bienvenida a este foro, donde siempre serás bien recibida, como todos los que buenamente quiran colaborar. Espero tu respuesta.
Aprovecho para darte la bienvenida a este foro, donde siempre serás bien recibida, como todos los que buenamente quiran colaborar. Espero tu respuesta.
No. Lo siento. Lo de guapa lo decía por la foto y por los comentarios que habéis hecho de ella. No se ´cómo se llama su hija, pero me parece estupendo que alguien cumpla cien años, y que como decís esté tan bien....
Gracias por la bienvenida. Tenéis una amiga en San Martín del Valle
Gracias por la bienvenida. Tenéis una amiga en San Martín del Valle
Nunca conocí este pueblo, para poder tener una idea de él he entrado en el foro, pero no hay ningún mensaje, fotos hay pocas pero si eso es todo yo te pregunto ¿no te da miedo vivir ahí? ¿cuantos vecinos sois?. Aunque haya alguien que viva del campo ¿no ceéis que seía mejor residir en el pueblo más grande cercano y eso tenerlo como lugar de trabajo o simplemente disfrute?. En la actualidad difícil es encontrar una familia que no posea medio de transporte propio y agrupodos disfutaríais de más prestaciones que así carecéis. ¿como lo ves?.
Recuerdo los domingos y festivos en Sotobañado el baile, reunía a jóvenes de varias polaciones cercanas los de olea (chicos/as) no faltaban; hasta de Herrera acudían, en tiempos en que la bicicleta era el medio de locomoción más preciado y sinó "el coche de san Fernando un roto a pié y otro andando".
Eso sí, aunque niña y viviendo al lado del baile nunca ví ni oí decir a los adultos que entre todos ellos hubiese conflictos.
Ana, agrezco y acepto tu amistad de la misma manera que cuentas con la mía.
Recuerdo los domingos y festivos en Sotobañado el baile, reunía a jóvenes de varias polaciones cercanas los de olea (chicos/as) no faltaban; hasta de Herrera acudían, en tiempos en que la bicicleta era el medio de locomoción más preciado y sinó "el coche de san Fernando un roto a pié y otro andando".
Eso sí, aunque niña y viviendo al lado del baile nunca ví ni oí decir a los adultos que entre todos ellos hubiese conflictos.
Ana, agrezco y acepto tu amistad de la misma manera que cuentas con la mía.
