Hemos mencionado, a los vendedores ambulantes que hace años llegaban a Sotobañado, ofreciendo con pregones sus mercancias, dando vida a los pueblos mientras se sacaban su diorio jornal para el sustento de su familia.
Habitantes de Sotobañado que vivían del comercio, también fueron vendedores ambulantes recorriendo todos los días del año los caminos que enlazaban los pueblos de alrededor ofreciendo sus mercancias y eran tan conocidos como uno más del pueblo allá donde iban.
Los hermanos Mariano y Segundo (panaderos) Sr. Siro e hijos (diversidad de productos) y hermanos Aniceto y Dionisio (carne y pescado).
Todos ellos transportaban las mercancías en carro tirado por una mula con una especie de capota incorporada que servía para protegerse del temporal según la época del año.
Los hermanos últimos mencionados (solo vive Dionisio) fueron y son, conocidos y muy populares en casi toda la provincia; también recorrian los pueblos cuando celebraban sus fiestas patronales llevando animación con el juego de apuestas "al bote" y "cartas". Tenían caracter y sabían animar las fiestas, por lo que son merecedores de pasar a la historia como personajes pintorescos de una época en parte de la provincia. Para todos ellos mi reconocimiento.
Habitantes de Sotobañado que vivían del comercio, también fueron vendedores ambulantes recorriendo todos los días del año los caminos que enlazaban los pueblos de alrededor ofreciendo sus mercancias y eran tan conocidos como uno más del pueblo allá donde iban.
Los hermanos Mariano y Segundo (panaderos) Sr. Siro e hijos (diversidad de productos) y hermanos Aniceto y Dionisio (carne y pescado).
Todos ellos transportaban las mercancías en carro tirado por una mula con una especie de capota incorporada que servía para protegerse del temporal según la época del año.
Los hermanos últimos mencionados (solo vive Dionisio) fueron y son, conocidos y muy populares en casi toda la provincia; también recorrian los pueblos cuando celebraban sus fiestas patronales llevando animación con el juego de apuestas "al bote" y "cartas". Tenían caracter y sabían animar las fiestas, por lo que son merecedores de pasar a la historia como personajes pintorescos de una época en parte de la provincia. Para todos ellos mi reconocimiento.