PALANGANERO, PALANGANA, Y ORINAL
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Este personaje, el Orinal digo, tenía varios nombres: Bacín, Bacinilla, Dompedro, Perico, Dondiego, Orinal, y otros.
Para vergüenza del Orinal, se llamaba perico a las mujeres de vida alegre, que sería por recibir en ellas las inmundicias de la sociedad. El Orinal o Bacín pertenecía, por su origen lingüístico, a una familia extensa.
Así, la bacía había sido el vaso sagrado que se utilizaba en los sacrificios y libaciones a Baco, dios del vino. En el caso de los barberos, era la palangana o jofaina para enjabonar las barbas de los clientes, por lo que se decía; «Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, echa las tuyas a remojar".
Y llamaban Aguamanil la que utilizaban los pudientes en sus banquetes para lavar las manos, ya que comían con los dedos. El Bacinete vino a ser el yelmo de los nobles para sus luchas y torneos. El mismo que llevaba Don Quijote por los caminos de La Mancha. Que vete tú a saber si para Cervantes se trataba de un yelmo, una palangana o un Orinal. La Bacinilla vino a ser el recipiente que se utilizaba en las iglesias para recoger las limosnas de los fieles.
Pues esta es la familia del Orinal en la que, ya se ve, había nobles y siervos, ricos y pobres, locos y cuerdos, creyentes y descreídos.
Quiero decir con esto que el Orinal ha prestado más servicios a la humanidad que la espada, la hoz, el martillo, la tarja de contar las deudas o el mismísimo Número Pi. El Orinal ha sido el criado más fiel de la casa.
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Este personaje, el Orinal digo, tenía varios nombres: Bacín, Bacinilla, Dompedro, Perico, Dondiego, Orinal, y otros.
Para vergüenza del Orinal, se llamaba perico a las mujeres de vida alegre, que sería por recibir en ellas las inmundicias de la sociedad. El Orinal o Bacín pertenecía, por su origen lingüístico, a una familia extensa.
Así, la bacía había sido el vaso sagrado que se utilizaba en los sacrificios y libaciones a Baco, dios del vino. En el caso de los barberos, era la palangana o jofaina para enjabonar las barbas de los clientes, por lo que se decía; «Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, echa las tuyas a remojar".
Y llamaban Aguamanil la que utilizaban los pudientes en sus banquetes para lavar las manos, ya que comían con los dedos. El Bacinete vino a ser el yelmo de los nobles para sus luchas y torneos. El mismo que llevaba Don Quijote por los caminos de La Mancha. Que vete tú a saber si para Cervantes se trataba de un yelmo, una palangana o un Orinal. La Bacinilla vino a ser el recipiente que se utilizaba en las iglesias para recoger las limosnas de los fieles.
Pues esta es la familia del Orinal en la que, ya se ve, había nobles y siervos, ricos y pobres, locos y cuerdos, creyentes y descreídos.
Quiero decir con esto que el Orinal ha prestado más servicios a la humanidad que la espada, la hoz, el martillo, la tarja de contar las deudas o el mismísimo Número Pi. El Orinal ha sido el criado más fiel de la casa.