LAS GALLINAS DE CORRAL
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Sea cual sea el antecesor de nuestras gallinas y provengan del país de donde provengan, de lo que no cabe duda es que la gallina, hoy por hoy está presente en todo el mundo.
En un principio como animal salvaje como se cree que fue, debieron ser de caza, que poco a poco el hombre fue domesticando. Se cree que el hombre neolítico utilizaba estas aves para consumir sus huevos sin matarlas, de forma que las gallinas vivían sueltas alrededor de los asentamientos; ellas se tenían que buscar el alimento y el hombre solo se servía de ellas.
Se cree que la dosmestificación de la gallina, propiamente dicho, tuvo su origen en la India, cuna de la gallina salvaje. Esta técnica de domesticación se fue extendiendo por todos los países.
Aunque no hay prueba de ello, lo más seguro es que la gallina llegó a España de manos de los romanos. La explotación se extendió rápidamente por toda España medieval, siendo sustento imprescindible, tanto para nobles como para el pueblo llano.
En la edad moderna, tener un gallinero familiar era un seguro de supervivencia, de él se mantenía la familia y aún, con los excedentes se establecía un pequeño comercio vendiendo o cambiando por otra mercancía de la que carecieras.
A lo largo del S. XIX e incluso hasta bien entrado el XX, la avicultura en España como en otros países, seguía estando ligada al medio rural.
En Sotobañado como en todos los pueblos que viven de la agricultura, las casas disponían de patio y cuadras para atender las necesidades de los animales de labranza, zonas que compartían con las gallinas y otros animales que podías criar como son los conejos. Estos animales, comen muchos de los residuos del hogar como pieles de frutas y hortalizas o las hojas, tallos o frutos echados a perder del propio cultivo; siendo aprovechado sus excrementos para abonar los propios huertos por ser un buen fertilizante natural.
El lugar donde se albergan las gallinas se tiene que mantener limpio y desinfectado con zotal para que las aves no cojan parásitos.
Cuando el medio rural español se mecanizó fueron desapareciendo los animales de las casas, pasando los patios a ser jardines y la apicultura adquirió un estilo y auge especial, comenzando por la selección en las razas de gallinas autóctonas permitiendo mejorar la producción.
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Sea cual sea el antecesor de nuestras gallinas y provengan del país de donde provengan, de lo que no cabe duda es que la gallina, hoy por hoy está presente en todo el mundo.
En un principio como animal salvaje como se cree que fue, debieron ser de caza, que poco a poco el hombre fue domesticando. Se cree que el hombre neolítico utilizaba estas aves para consumir sus huevos sin matarlas, de forma que las gallinas vivían sueltas alrededor de los asentamientos; ellas se tenían que buscar el alimento y el hombre solo se servía de ellas.
Se cree que la dosmestificación de la gallina, propiamente dicho, tuvo su origen en la India, cuna de la gallina salvaje. Esta técnica de domesticación se fue extendiendo por todos los países.
Aunque no hay prueba de ello, lo más seguro es que la gallina llegó a España de manos de los romanos. La explotación se extendió rápidamente por toda España medieval, siendo sustento imprescindible, tanto para nobles como para el pueblo llano.
En la edad moderna, tener un gallinero familiar era un seguro de supervivencia, de él se mantenía la familia y aún, con los excedentes se establecía un pequeño comercio vendiendo o cambiando por otra mercancía de la que carecieras.
A lo largo del S. XIX e incluso hasta bien entrado el XX, la avicultura en España como en otros países, seguía estando ligada al medio rural.
En Sotobañado como en todos los pueblos que viven de la agricultura, las casas disponían de patio y cuadras para atender las necesidades de los animales de labranza, zonas que compartían con las gallinas y otros animales que podías criar como son los conejos. Estos animales, comen muchos de los residuos del hogar como pieles de frutas y hortalizas o las hojas, tallos o frutos echados a perder del propio cultivo; siendo aprovechado sus excrementos para abonar los propios huertos por ser un buen fertilizante natural.
El lugar donde se albergan las gallinas se tiene que mantener limpio y desinfectado con zotal para que las aves no cojan parásitos.
Cuando el medio rural español se mecanizó fueron desapareciendo los animales de las casas, pasando los patios a ser jardines y la apicultura adquirió un estilo y auge especial, comenzando por la selección en las razas de gallinas autóctonas permitiendo mejorar la producción.