LA SALA DE BAILE CENTRO DE DIVERSIÓN
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La imagen de esta fotografía es la retina de la memoria, de jóvenes, mayores y niños oriundos de Sotobañado y de municipios de alrededor que, en las tardes de domingos y festivos les sirvió de ocio la sala de baile.
Este local situado bajo la balconera con la persiana bajada, en tiempos pasados, fue el punto de encuentro donde los jóvenes (chicos y chicas) se relacionaban con diversión.
Para los que hayan rebasado los 55 "tacos" de almanaque, no tendrán que ser ilustrados al respecto pero sí, las generaciones que no lo hayan disfrutado ni visto. Ellos saben lo que representaba para la población de Sotobañado.
Los estilos de vida son antes generacionales que locales. La práctica de la cultura tiene una gran relación con el tiempo libre, en la medida que éste, como opuesto a la actividad laboral, constituye una condición casi indispensable para cualquier actividad cultural. El ocio cumple tres funciones: descanso, diversión y desarrollo de la persona.
Un día festivo en Sotobañado de aquella época, comenzaba con la asistencia a la celebración de la Misa a la que acudía toda la población vistiendo sus mejores galas antes de que en la torre de la iglesia sonaran la últimas campanadas. Terminada la Misa, la mayoría de los hombres terminaban la mañana con la ronda de bares; mientras la féminas volvían a casa para seguir con los trabajos imprescindibles a esa hora en el hogar. Por la tarde era cuando más bullicio había. Si hacía buen tiempo se salía a pasear, hasta la hora en que se abría el baile para la juventud.
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La imagen de esta fotografía es la retina de la memoria, de jóvenes, mayores y niños oriundos de Sotobañado y de municipios de alrededor que, en las tardes de domingos y festivos les sirvió de ocio la sala de baile.
Este local situado bajo la balconera con la persiana bajada, en tiempos pasados, fue el punto de encuentro donde los jóvenes (chicos y chicas) se relacionaban con diversión.
Para los que hayan rebasado los 55 "tacos" de almanaque, no tendrán que ser ilustrados al respecto pero sí, las generaciones que no lo hayan disfrutado ni visto. Ellos saben lo que representaba para la población de Sotobañado.
Los estilos de vida son antes generacionales que locales. La práctica de la cultura tiene una gran relación con el tiempo libre, en la medida que éste, como opuesto a la actividad laboral, constituye una condición casi indispensable para cualquier actividad cultural. El ocio cumple tres funciones: descanso, diversión y desarrollo de la persona.
Un día festivo en Sotobañado de aquella época, comenzaba con la asistencia a la celebración de la Misa a la que acudía toda la población vistiendo sus mejores galas antes de que en la torre de la iglesia sonaran la últimas campanadas. Terminada la Misa, la mayoría de los hombres terminaban la mañana con la ronda de bares; mientras la féminas volvían a casa para seguir con los trabajos imprescindibles a esa hora en el hogar. Por la tarde era cuando más bullicio había. Si hacía buen tiempo se salía a pasear, hasta la hora en que se abría el baile para la juventud.