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LA MUJER EN EL FRANQUISMO, "LA PERFECTA CASADA"
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La época franquista supuso para la mujer de la época un retroceso, volvió a parecerse, sorprendentemente, a la mujer de la vieja España.
El parricidio por honor, suprimido en el año 1931 volvió a estar vigente entre 1944 y 1963. El adulterio entró en el código penal, en mayo de 1942.
En agosto de 1953 se firmó el Concordato entre España y la Santa Sede, con lo cual la profesión y la religión católica gozarían de la protección oficial del estado. Tras la firma, el catolicismo queda como única religión del Estado, ("todos a comulgar con ruedas de molino") mientras Franco mantiene su derecho a elegir los nuevos obispos.
La mujer en aquellos tiempos fue sometida a la autoridad del marido. Aceptaba y acataba sus gustos en vestidos, maquillajes y amistades sin la más mínima duda o reproche. También se le llegó a negar la misma capacidad intelectual, creativa y artística que los hombres. En el campo de la educación, prohibición total de enseñar nada contrario nada contrario a la ortodoxia católica. Se le daban instrucciones precisas sobre el largo de las faldas, escotes bañadores, etc… Su vestuario no podía ser provocativo, que nada pudiera insinuar lo que Dios le dio y provocar malos pensamientos. Era como un encorsetamiento de todo lo perteneciente a su “yo” tanto interno como externo. El matrimonio sacramental tenía como primordial objetivo la procreación de los hijos, y ahí empezaba y acababa su vida, sin más.
Hay que tener presente la influencia que desempeña en el progreso de una sociedad la mujer como madre, educadora y transmisora de normas. Ella ejerce sus creencias y hábitos en sus hijos/as que después formaran la sociedad y sus relaciones, por lo que es su responsabilidad como madre-educadora en los comportamientos futuros. Por eso en aquella época, fue un instrumento de manipulación, al servicio de la causa, de suma utilidad.
Las relaciones de la familia se basaban en la jerarquía: la mujer estaba supeditada al varón y los hijos a los padres. Era la sumisión de la mujer al varón.
La Sección Femenina perteneciente a Falange Española fue el organismo encargado de controlar la vida de las mujeres... Educarlas, formarlas, adoctrinarlas. Tenía un objetivo claro: moldear física y emocionalmente a las mujeres con sus reiterados discursos, sobre el papel que la mujer casada por la Iglesia tenía que ejercer en el hogar. Según sus teorías, la función de la mujer consistía en hacerle agradable la vida, cuidar de casa, engendrar hijos y procurarle placer; "ser el reposo del guerrero". El matrimonio era para ser madre, no se hizo para la satisfacción de la pareja sino para criar hijos.
Es cierto que entonces "el patriarcado" otorgaba al hombre el papel de dominador en la sociedad; él ordenaba, prohibía. Se decía del hombre, contra más amores más varonil (para mi la palabra que mejor define a ese tipo de hombre, es mujeriego. También solían ser religiosos, pero solo de cintura para. mientras que el papel que se le asignó a la mujer era el de "máquina de producir hijos". La religión prohibía todo control de natalidad, se castigaba la divulgación pública en cualquier forma que se realizase de medios o procedimientos para evitar la procreación, a pesar de ello siempre existió "la marcha atrás" para los que no querían más hijos por muy grande que fuese el pecado.
En esta época no me extraña que hubiese tantas familias numerosas con tantas prohibiciones y sermones equivocados dominando la desigualdad.
Pienso yo que, la igualdad debería darse por el mero hecho de ser personas, no por factores de sexo, sobretodo en el terreno educativo.
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La época franquista supuso para la mujer de la época un retroceso, volvió a parecerse, sorprendentemente, a la mujer de la vieja España.
El parricidio por honor, suprimido en el año 1931 volvió a estar vigente entre 1944 y 1963. El adulterio entró en el código penal, en mayo de 1942.
En agosto de 1953 se firmó el Concordato entre España y la Santa Sede, con lo cual la profesión y la religión católica gozarían de la protección oficial del estado. Tras la firma, el catolicismo queda como única religión del Estado, ("todos a comulgar con ruedas de molino") mientras Franco mantiene su derecho a elegir los nuevos obispos.
La mujer en aquellos tiempos fue sometida a la autoridad del marido. Aceptaba y acataba sus gustos en vestidos, maquillajes y amistades sin la más mínima duda o reproche. También se le llegó a negar la misma capacidad intelectual, creativa y artística que los hombres. En el campo de la educación, prohibición total de enseñar nada contrario nada contrario a la ortodoxia católica. Se le daban instrucciones precisas sobre el largo de las faldas, escotes bañadores, etc… Su vestuario no podía ser provocativo, que nada pudiera insinuar lo que Dios le dio y provocar malos pensamientos. Era como un encorsetamiento de todo lo perteneciente a su “yo” tanto interno como externo. El matrimonio sacramental tenía como primordial objetivo la procreación de los hijos, y ahí empezaba y acababa su vida, sin más.
Hay que tener presente la influencia que desempeña en el progreso de una sociedad la mujer como madre, educadora y transmisora de normas. Ella ejerce sus creencias y hábitos en sus hijos/as que después formaran la sociedad y sus relaciones, por lo que es su responsabilidad como madre-educadora en los comportamientos futuros. Por eso en aquella época, fue un instrumento de manipulación, al servicio de la causa, de suma utilidad.
Las relaciones de la familia se basaban en la jerarquía: la mujer estaba supeditada al varón y los hijos a los padres. Era la sumisión de la mujer al varón.
La Sección Femenina perteneciente a Falange Española fue el organismo encargado de controlar la vida de las mujeres... Educarlas, formarlas, adoctrinarlas. Tenía un objetivo claro: moldear física y emocionalmente a las mujeres con sus reiterados discursos, sobre el papel que la mujer casada por la Iglesia tenía que ejercer en el hogar. Según sus teorías, la función de la mujer consistía en hacerle agradable la vida, cuidar de casa, engendrar hijos y procurarle placer; "ser el reposo del guerrero". El matrimonio era para ser madre, no se hizo para la satisfacción de la pareja sino para criar hijos.
Es cierto que entonces "el patriarcado" otorgaba al hombre el papel de dominador en la sociedad; él ordenaba, prohibía. Se decía del hombre, contra más amores más varonil (para mi la palabra que mejor define a ese tipo de hombre, es mujeriego. También solían ser religiosos, pero solo de cintura para. mientras que el papel que se le asignó a la mujer era el de "máquina de producir hijos". La religión prohibía todo control de natalidad, se castigaba la divulgación pública en cualquier forma que se realizase de medios o procedimientos para evitar la procreación, a pesar de ello siempre existió "la marcha atrás" para los que no querían más hijos por muy grande que fuese el pecado.
En esta época no me extraña que hubiese tantas familias numerosas con tantas prohibiciones y sermones equivocados dominando la desigualdad.
Pienso yo que, la igualdad debería darse por el mero hecho de ser personas, no por factores de sexo, sobretodo en el terreno educativo.