No llegué nunca a ir a la vendimia propiamente dicha, ya que no teníamos "majuelo". No obstante sí acudíamos a la rebusca de los racimos pequeños que se quedaban en las cepas.
Los lagarejos, consistían en fortar con los racimos de uva la cara, principalmente de las cihas que acudían a la vendimia.
Son costumbres, que con el progreso se han perdido. Lo mismo ha pasado con ir a espigar.
Los lagarejos, consistían en fortar con los racimos de uva la cara, principalmente de las cihas que acudían a la vendimia.
Son costumbres, que con el progreso se han perdido. Lo mismo ha pasado con ir a espigar.