Mis abuelos nacieron alli, asi como mi padre.Por eso me encanta esta tierra pero no solo por ello.
No conozco ni sus gentes ni sus
costumbres pero solo con el
paisaje y la acaricia eterna del tierno y frio paramo es sufiente luz reconfortante para saber que el espiritu del
valle, una vez que te susurra sus verdades, para siempre
Cautivo quedas de la rosa del cerrato.