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VALDECAÑAS DE CERRATO: PATRIMONIO CULTURAL DE VALDECAÑAS DE CERRATO...

PATRIMONIO CULTURAL DE VALDECAÑAS DE CERRATO

CAÑADA REAL BURGALESA Y RUINAS DE VALDECAÑUELAS

La Cañada Real Burgalesa. Es digno de mención, que la Cañada Real Burgalesa-Soriana Occidental, de 700 km -con salida en Soria- cruza el término de Valdecañas de Cerrato, procedente desde Tabanera y continúa hacia el Sur hasta Hornillos de Cerrato. Esta era una importante vía pecuaria para la trashumancia del ganado lanar y que pudiera desplazarse por toda la Península. En los alrededores se hallan varios edificios en ruinas. El despoblado se denomina Valdecañuelas. En él se conserva la fachada de un edificio religioso.

El "Honrado Concejo de la Mesta de Pastores" o "Real Sociedad de Ganaderos de la Mesta", fue creado por Alfonso X el Sabio, en 1273, reuniendo a todos los pastores de León y de Castilla en una asociación nacional, otorgándoles importantes prerrogativas y privilegios, tales como eximirles del servicio militar, derechos de paso y pastoreo, etc. Durante la Edad Media y con el paso del tiempo a la Mesta, como pasará a ser conocida, se le añade nuevos privilegios reales otorgados por los Reyes Católicos y una fiscalización especial para protegerla de los agricultores, hasta 1836, en que es abolida. Los pastores pasaban por las Cañadas dos veces al año por itinerarios concretos.

Evidentemente, la importancia de la lana en la época, fue determinante para el desarrollo de la Mesta. La oveja que más abundaba en esta zona valdecañesa era la de la clase churra. La lana se llevaba a embarcar a los puertos de Cantabria y Vizcaya.

El cargo dirigente principal de la Mesta era el de Presidente, al cual lo ayudaban 4 Alcaldes de Cuadrilla y los Alcaldes Mayores. Sobre la Mesta ha habido todo tipo de especulaciones y al respecto se ha creado una "leyenda negra". Fue una de las causantes de la deforestación sufrida a lo largo de la historia, debido a que la gran cantidad de ganado, necesitaba mucho pasto para alimentarse.

Cerca de sus destinos, había toda una serie de caminos menores, con diversos nombres según su importancia: cuerdas, cordeles..., para repartir el ganado por las zonas de pastos.