VALDECAÑAS DE CERRATO: FIESTAS...

FIESTAS

Fiestas

Virgen del Campo. Patrona de Valdecañas de Cerrato, en su Ermita.
Danza a la Virgen del Campo en su Fiesta.
Imagen de San Isidro, en la Iglesia Parroquial. Las fiestas en Valdecañas, tienen un marcado sedentarismo y arraigada religiosidad histórica. Se desenvuelven en tres vertientes:

Las Festividades de carácter religioso. Estas danzas rituales o procesionales, se bailan delante de las imágenes sagradas, con el objetivo de honrar, agradecer y solicitar favores. Entre los bailes más populares están, la jota castellana y el baile corrido o de rueda.
Las Festividades del ciclo de la vida. Eran y son fiestas familiares, donde se canta y se baila. Se celebran los nacimientos, los bautizos, la mocedad, la entrada en "quintas", la boda, y el respeto a los ancianos.
Las Festividades del ciclo anual agrícola. Merecen destacarse, las matanzas y el "carnaval", en invierno. En verano, antaño se festejaba el esquileo con cantos de agosteros ligados a la gran actividad en las eras y al acarreo. El fin de la cosecha y de la vendimia, también eran motivo de fiesta.
Las fiestas patronales son:

En honor de Nuestra Señora, la Virgen del Campo, el 12 de septiembre. Es tradición danzar, a la Virgen a la salida de la misa Mayor, al son de la dulzaina y el tambor. Se bailan jotas típicas, a veces bailadas hacia atrás, que las hace más difíciles. También se lanzan cohetes artificiales y últimamente a estas tradiciones se ha unido una popular caramelada.

En los años sesenta, durante la función, solía haber festejos taurinos con novillos y partidos de fútbol entre pueblos cercanos.

La fiesta en honor del Santo Patrón, San Nicolás de Bari, es el 6 de diciembre.

Con el paso del tiempo, se han perdido algunas celebraciones como, la de la Cruz de Mayo (3 de mayo), los Carnavales y sobre todo la de San Juan (24 de junio). La fiesta de mayo era propia de los infantes, que cantaban y pedían un donativo en metálico o en especie para hacer una merienda. La letra de la canción decía:

A la Cruz de Mayo, que estamos en buen año, que nos den huevos y perrillas, para hacer la merendilla. Esta casa sí que es casa, aquí vive el Sr. (...), que nos guarda la corona. Que viva la Cruz de Mayo, que estamos en buen año, que nos den huevos y perrillas, para hacer la merendilla.
En la de San Juan, los protagonistas eran los mozos y mozas, y duraba siete días[25]. Salían al atardecer con cazuelas, cencerros y esquilas, a cantar por las calles:

La mañana de San Juan que bien se jaleaba, con el zapatito blanco y la media encarnada. Me tiraste un limón, me diste en la cara, todo lo vence el amor, morena resalada. Me tiraste un limón, me diste en la frente, todo lo vence el amor, morena reluciente. La mañana de San Juan, lo primero que se hace, es subir al pico "el Roble", a tomar chocolate, a tomar el chocolín. Y después que lo tomamos, nos echamos a reir. Me quisiste, me olvidaste, me volviste a querer, los dos tenemos la culpa, tú primero y yo después.
Había que subir al pico para ver salir el sol al amanecer, todo terminaba con una comida juvenil de cordero asado. La fiesta perduró hasta el fin de la guerra, hacia el año 1940. También se escuchaban las estrofas del romance del Conde Olinos, sobre todo en la primera mitad del siglo XX.

Caminaba el Conde Olinos, la mañana de San Juan, a dar agua a su caballo, a las orillas del mar. Mientras su caballo bebe, él canta dulce cantar. Mira hija como canta, la sirenita del mar. No es la sirenita, madre, la de tan dulce cantar, es la voz del Conde Olinos, que por mí penando está.
Desde Baltanás acudía una banda de músicos dulzaineros llamada Los Adrián para amenizar las verbenas. Los que no faltaban a ninguna «función», eran los almendreros.

También se celebra la fiesta de San Isidro Labrador, el 15 de mayo, patrono de los labradores.

En el municipio hay una Asociación Cultural, la Peña "El Bodegón" y últimamente, una Peña para los más pequeños, "El Botijo", que animan y cooperan con el Ayuntamiento en el desarrollo del programa festivo.