Todo el esplendor se terminó cuando la
mina dejó de ser rentable y cerró sus
puertas, los mineros fueron buscando otro lugares de trabajo. Fueron cerrando todas las cosas que hacían el lugar apetecible. El
cine lo hizo en 1966. Pero quedó gente aferrada a su terruño y todavía quedan, cada vez menos, mineros jubilados... Pero hay esperanza, el recuerdo, el ahora apacible lugar, atrae a sus descendientes y a otra gente a volver los
veranos a su
pueblo y las viviendas se han conservado y mejorado en muchos casos...