La Reana, como es conocida en la localidad, fue declarada
Monumento provincial de interés histórico y
artístico por el Ministerio de Educación Nacional el 9 de mayo de 1961, y en 2002 Bien de interés cultural con la categoría de Monumento por la Junta de
Castilla y León.[43] La Fontes Tamarici de los Cántabros que habitaban la zona, es un estanque rectangular con tres
arcos que tiene la peculiaridad de llenarse y vaciarse de forma inesperada, hecho al que confirió poderes augurales el naturalista y
militar romano Plinio el Viejo en su obra
Historia Natural con la siguiente cita: Las
Fuentes Tamáricas en
Cantabria sirven de augurio. Son tres, a la distancia de ocho pies. Se juntan en un solo lecho, llevando cada una gran caudal. Suelen estar en seco durante doce días y, a veces, hasta veinte, sin dejar ninguna
señal de
agua, mientras que otra
fuente contigua sigue manando sin interrupción y en abundancia. Es de mal agüero intentar verlas cuando no corren, como le sucedió poco ha al legado Larcio Licinio, quien, después de su pretura, fue a verlas cuando no corrían, y murió a los siete días.[44
Iglesia Parroquial de
El Salvador. Situada en la
plaza Mayor, junto al
Ayuntamiento, es un templo
gótico del s. XVI recientemente restaurado debido a su mal estado de conservación.[47] Consta de tres naves cubiertas por
bóvedas de crucería, y es donde se aloja la imagen de la
Virgen de Areños la mayor parte del año.
Casa del Tío Mateón:
Palacio barroco del s. XVIII, con
fachada de sillería y tres
escudos heráldicos, pertenecientes a las
familias Enríquez, Valdepolo y Morgovexo. Fue conocido como Palacio de los Enríquez, debido a su pertenencia a esta
familia nobiliaria.
Ermita de
San Juan de Fuentes Divinas. Construida hacia el s. XIII junto a las Fuentes Tamáricas, es un templo
románico de base rectangular de unos 20 m², que alberga un ara
romana y una talla policromada de San Juan (s. XVI), a quien se rinde culto, en su interior.