A lo largo de esta próxima semana, han de quedar constituidos los nuevos Ayuntamientos con los concejales elegidos en los pasados comicios del 27-M. En algunos lugares, todo transcurrirá sin novedad y sin grandes sorpresas, lo cual es bueno, porque la composición de las corporaciones municipales ya se saben de antemano, a tenor de los resultados alcanzados por los diferentes partidos políticos. En tanto que en algún otro municipio, puede saltar aún la sorpresa en el momento mismo de la constitución, por aquello del efecto inesperado, del golpe de mano de última hora y del total sigilo con el que se han venido llevando a cabo las conversaciones para los posibles y necesarios pactos. El tiempo apremia ya y será cuestión de ir cerrando acuerdos. Sin embargo, en nuestros límites territoriales parece que las cosas están meridianamente claras y que todo transcurrirá según lo previsto. Será a partir de entonces, cuando podamos volver a exigir a nuestros munícipes que comiencen a ir cumpliendo con lo que prometieron en la campaña pro-voto y que tan claramente recogieron en su programa político de compromiso para con los vecinos. Aunque bien es cierto que disponen aún de cuatro años para llevarlo a cabo. Pero el tiempo pasa demasiado rápido… y ellos saben que los ciudadanos tendremos al final de ese tiempo la posibilidad de apoyarlos o no para otros cuatro años.