Sí estaba la coruja en la torre de Velillas, desde luego. Y más de una vez la vimos y hablamos de ella y la miramos y nos miró. Y alguna que otra noche sus ojos brillaban y destacaban por demás en la oscuridad aterradores como ellos solos y oteaodores del panorama desde tan privilegiada situación. Dicen que hiératicos y fijos asustaron a más de uno que huyó despavorido como alma que lleva el diablo carretera adelante o campo a través y sin mirar atrás en ningún momento. Pero bueno, esto sólo lo cuentan, que de ahí a que fuera verdad, puede que haya alguna pequeña distancia, aunque no mucha quizá. Así las cosas, me desdigo de lo comentado anteriormente, que fue a vuelapluma e interpretando la palabreja en cuestión de otra forma al estar escrita con mayúscula. ¿? Efectivamente, la coruja estaba en Velillas.