Saludo a la Primavera.
De pronto, estos días parece haber estallado la primavera en toda regla por estos lares y Velillas huele a rosas en sus calles, que dejan escapar su aroma fresco y nuevo al exterior desde los cuidados y mimados jardines de muchas de sus casas.
Y en los cercados de los alrededores los primeros árboles en flor parecen anunciarnos a toda prisa la recuperación de la vida a borbotones, tras los fríos y apáticos días del invierno, donde la existencia se mantuvo bajo mínimos.
En las eras próximas al pueblo, multitudes de margaritas pueblan la hierba proporcionándole al verde un colorido único y alegre por demás, que destaca sobre su monotonía cromática que le acompaña durante el resto del año.
Es, por ello, tiempo de grandes paseos por sus campos en flor para disfrutar de lo que la madre naturaleza nos legó por estas tierras; y de deleitarse con los múltiples aromas que el verde campo nos proporcionará nada más asomarnos a su entorno.
Es lo que tiene la primavera por estos lares. ¡Bienvenida sea, pues!.
De pronto, estos días parece haber estallado la primavera en toda regla por estos lares y Velillas huele a rosas en sus calles, que dejan escapar su aroma fresco y nuevo al exterior desde los cuidados y mimados jardines de muchas de sus casas.
Y en los cercados de los alrededores los primeros árboles en flor parecen anunciarnos a toda prisa la recuperación de la vida a borbotones, tras los fríos y apáticos días del invierno, donde la existencia se mantuvo bajo mínimos.
En las eras próximas al pueblo, multitudes de margaritas pueblan la hierba proporcionándole al verde un colorido único y alegre por demás, que destaca sobre su monotonía cromática que le acompaña durante el resto del año.
Es, por ello, tiempo de grandes paseos por sus campos en flor para disfrutar de lo que la madre naturaleza nos legó por estas tierras; y de deleitarse con los múltiples aromas que el verde campo nos proporcionará nada más asomarnos a su entorno.
Es lo que tiene la primavera por estos lares. ¡Bienvenida sea, pues!.
Fuimos por esas partes el año pasado visitando los lugares relacionados con la familia de mi esposo Emilio Herrero Cabeza. Sus antepasados venian de Palencia: Velillas del Duque (1600-1700), Villaproviano (1700-1800), Villamoronta donde nacio Simon Herrero Valiente en el 1811, casado con Prudencia Molaguero (de Villamol)
Ah, pues qué interesante y emocionante a la vez, os resultaría visitar estos lugares que fueron la tierra de antepasados vuestros (de tu esposo más en concreto), entre ellos Velillas del Duque. Todos estos pueblos, como veríais, son ya unos reductos muy pequeños de población, donde sus habitantes son mayores de edad en su mayoría. Aunque se han construido últimamente algunas casas nuevas que permite regresar en el verano a un considerable grupo de personas oriundas del lugar con sus hijos, nietos…. y que hacen que la vida durante esos meses esté muy animada, porque parece que se ha tomado gusto por lo rural, cada vez con más fuerza. Se hacen fiestas, verbenas al aire libre, competiciones deportivas y todo ello hace que estos pueblos estén muy animados durante los meses de verano.
Por cierto, una pregunta en plan de curiosidad, ¿desde qué país os conectáis a esta página?, supongo que sea dese algún país de Hispanoamérica, ¿no?. Un saludo. Javier
Por cierto, una pregunta en plan de curiosidad, ¿desde qué país os conectáis a esta página?, supongo que sea dese algún país de Hispanoamérica, ¿no?. Un saludo. Javier
Nosotros vivimos en los Estados Unidos pero nacimos en Cuba. Los antepasados de Velillas de mi esposo Emilio Herrero Porro fueron: Alejandro Herrero, que nacio en Velillas antes de 1692, casado con Ursula Vermejo, tambien de Velillas, y su hijo, Fabian Herrero Vermejo que nacio alrededor de 1712/13. Fabian caso con Maria Juan de Villaproviano y tuvieron a Francisco Herrero Juan, nacido en Villaproviano el 16 de septiembre de 1742. El bisnieto de Francisco, Fermin Herrero Molaguero, nacido el 7 de julio de 1833 en Villamoronta, fue el que fue a Camaguey, Cuba.